La expedición rojilla trabajó nada más llegar de Sevilla
07 feb 2014 . Actualizado a las 13:50 h.La maratoniana semana del Ourense ya había sido anunciada hace varios días, pero a la postre, los futbolistas soportaron como pudieron una programación forzada por los problemas económicos que atraviesa la entidad, con más de 2.200 kilómetros en autobús para jugar en Oviedo -Liga de Segunda B- y Alcalá de Guadaira -Copa Federación-, donde a la postre cedieron un desfavorable 3-1.
Luisito confirmó que el desgaste de sus futbolistas fue enorme: «Ni ellos ni yo lo vamos a poner como excusa, pero está claro que el esfuerzo de Oviedo, para ganarle a un rival como ese en un campo muy pesado, además de los dos viajes en día, pasó factura en Alcalá, donde al principio del partido no éramos el Ourense que solemos ser».
El equipo sevillano de Tercera División fue el primero en sorprenderse de que la expedición rojilla llegara el mismo día, sin hotel. De hecho, el grupo regresó en dirección a Galicia al concluir el partido, reponiendo fuerzas con unas pizzas y frutas. Prácticamente sin paradas, los ourensanistas se apeaban en O Couto poco después las 9.00 horas del día siguiente y desarrollaron una sesión de entrenamiento durante algo más de sesenta minutos.
En el seno del plantel, existe la convicción de que la eliminatoria no está resuelta y que el Alcalá tendrá que emplearse a fondo para conseguir el billete a semifinales en O Couto el próximo miércoles. Eso sí, el combinado andaluz pernoctará la noche anterior en la ciudad y descansará hasta que comience a calentar en el coliseo rojillo.
Como viene sucediendo en los últimos viajes del primer equipo, ningún integrante del consejo de administración del club se desplazó con el equipo, aunque a través de sus redes de telefonía, tanto el presidente Estévez como el vicepresidente Fernández Morgade comentaban el desarrollo de la contienda.
Tampoco se ha fijado fecha para la reunión con el personal que el propio Estévez anunció como pendiente para los próximos días, sí hizo públicas al contrario nuevas gestiones con las instituciones y algún patrocinador privado para acelerar los ingresos del club.
Por su parte, el primer equipo ourensanista volverá al trabajo esta tarde en el Polígono. Allí valorará Luisito si es conveniente una sesión más en la matinal sabatina o enlaza el equipo dos días de descanso, teniendo en cuenta que no debe jugar en liga este fin de semana.
El lunes reanudará una programación normal, ya con vistas tanto a la vuelta copera del miércoles como a la exigente visita al Burgos, uno de sus rivales directos en la batalla por aproximarse de nuevo a las cuatro primeras posiciones.
Y todo sin que cicatricen las heridas del cruce de comunicados de esta semana, quizás porque para unos y otros la única solución al conflicto es que los empleados -laborales y deportivos- del club perciban por fin sus salarios atrasados. Los ingresos como señaló el vicepresidente, siguen llegando solo a cuentagotas.