Fernando Vázquez: «Si eso hasta lo hago yo y ya tengo 59 años»

Pedro José Barreiros Pereira
Pedro Barreiros A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

El entrenador del Dépor reclamó más intensidad a sus futbolistas en un exigente entrenamiento

12 oct 2013 . Actualizado a las 11:08 h.

La semana avanza, pero el de ayer no se convirtió en un entrenamiento más en el Dépor. Fernando Vázquez se esforzó por exigir el máximo rendimiento a sus futbolistas. Lo reclamó a voz en grito y en varias ocasiones durante el trabajo, protagonizado casi en exclusiva por el balón.

Los dardos se dirigieron por igual a los presumibles titulares del partido de pasado mañana (12.00 horas, Canal+ 1) contra el Barcelona B, a los que volvió a situar en el césped en función del esquema 4-1-4-1, y a los supuestos suplentes. Aquellos fueron los mismos que el pasado sábado, con las únicas novedades de Kaká por Insua, concentrado con la sub-21, y Arizmendi, recuperado de sus molestias, por Juan Carlos. Pese a la buena clasificación del equipo coruñés, a un punto de los puestos de ascenso, el entrenador ha reclamado en sus últimas comparecencias públicas un paso adelante de los futbolistas en el rendimiento. Cree que están capacitados para jugar mejor y hacerlo con regularidad. Ayer, sin rodeos, se lo exigió así.

Mientras dirigía el entrenamiento en el segundo campo de Abegondo Vázquez no dudó en interrumpir los partidillos las veces que consideró oportuno (dos en los primeros cinco minutos) y sus indicaciones eran perfectamente audibles desde la grada, a casi un centenar de metros de distancia. La presión al adversario, la movilidad constante, la intensidad en todas las acciones y mantener las líneas juntas, el bloque bien cohesionado para que sea muy complicado acercarse con peligro a la portería de Lux se convirtieron en las máximas que repitió con vehemencia a sus jugadores.

No dudó en preguntar a Juan Carlos: «¿Pero tan difícil es?», cuando le pedía que basculase con más rapidez ante un cambio de orientación del bando rival. Y hasta le exigió más intensidad en la presión a Borja, uno de los pilares de su equipo: «Si eso hasta lo hago yo y ya tengo 59 años [en realidad los cumplirá el próximo día 24]. Vas a correr veinte minutos».

Pero Fernando Vázquez no solo insistió en los conceptos defensivos, sino también en los ofensivos, como cuando le pidió más celeridad a Álex Bergantiños a la abrir el balón a la banda hacia Manuel Pablo. «¿Pero no lo ves?», le espetó, mientras le explicaba que la celeridad que le exigía en el pase permitiría al capitán facilitar la carrera de Rudy, que ya desbordaba por la banda a su marcador, y que este buscase en el posterior centro a Laure, quien ya progresaba por la otra banda y podría llegar solo al segundo palo.

Juan Domínguez, ida y vuelta

El detalle de Juan Domínguez resultó significativo. Tras las pachangas, la plantilla acometió el protocolo habitual: estiró los músculos y a cuentagotas los futbolistas se dirigieron hacia los vestuarios. El mediocentro fue uno de los primeros. «¿Cómo estás?», le preguntaron. «Cansado», respondió. Y embocó el túnel. Sin embargo, no tardaron en reclamarlo de nuevo para que saliese. Fernando Vázquez lo llamaba desde el campo de entrenamiento para ensayar jugadas de estrategia junto a buena parte de los titulares, reforzados por Marchena. Su entrenamiento se prolongó hasta las dos horas. Hoy está prevista una sesión táctica y de recuperación en el estadio de Riazor.