El médico advirtió que sólo él sabe «si Marta Domínguez está en la Operación Puerto o no»
26 feb 2013 . Actualizado a las 12:04 h.Después de cinco semanas sin hacer comentarios, el polémico médico Eufemiano Fuentes rompió su silencio para apuntar sus dardos contra el jefe del atletismo español, José María Odriozola.
«Como mejor está es calladito», aseguró Fuentes a la salida del juicio de la Operación Puerto en los juzgados de lo penal de Madrid, donde está acusado junto a otras cuatro personas de delitos contra la salud pública.
No le gustó al doctor que el presidente de la Federación Española de Atletismo reiterara este fin de semana lo que lleva diciendo los últimos dos años cada vez que se le interroga sobre el dopaje: que su primera medida cuando llegó a la presidencia a finales de los años ochenta fue echar a Fuentes de la jefatura de los servicios médicos de la federación.
«Es mentira», dijo Fuentes, que sabe como pocos utilizar a los periodistas para enviar mensajes. «Yo puedo entender que Odriozola es un hombre mayor y que pueda tener lapsus por la edad. El doctor (José Luis) Merino Batres tiene 71 años y no está en este juicio porque tiene Alzheimer. Odriozola es incluso mayor que él. Ninguno estamos exentos de que nos pase», ironizó.
Odriozola abjura de Fuentes desde que el atletismo fue golpeado a final de 2010 por la Operación Galgo, otra redada contra el dopaje en España en la que de nuevo fue detenido Fuentes y en la que se vio envuelta Marta Domínguez, considerada la mejor atleta española de la historia.
La Operación Galgo fue archivada por defectos de forma, Fuentes liberado y Domínguez rehabilitada por el presidente Odriozola, que la había suspendido cautelarmente como vicepresedenta de la federación.
Sin embargo, el juicio de la Operación Puerto volvió a poner a la atleta bajo sospecha, ya que existen dos bolsas de sangre entre las más de 200 incautadas al médico en el 2006 que llevan el nombre en clave de «Urco», ligado por la Guardia Civil española con la fondista.
«El único que sabe realmente si Marta Domínguez está en la Operación Puerto soy yo. Ni siquiera ella, Marta, lo sabe», advirtió Fuentes, a quien le gusta rodear de misterio su lista de clientes, esa que muchos creen y él se encarga de no desmentirlo, hundiría en el descrédito a todo el deporte español.
«Evidentemente la única persona que lo va a saber, si quiere, es la jueza, que para eso le ofrecí la posibilidad. Lo demás son sólo conjeturas», añadió.
Odriozola insiste en que no puede actuar contra Domínguez por «rumorología», pero desde luego no puede esperar ayuda directa de Fuentes, un atleta modesto en su juventud y estudiante brillante de ginecología reconvertido en «gurú» del doping.
«Yo no fui expulsado de la federación por Odriozola», insistió. «Yo le llamé la atención porque vi que escribía en publicaciones médicas artículos sobre hematología. Le dije que no me parecía correcto. Él es químico. De probetas y esas cosas sabe mucho. Tiene un doctorado como lo tengo yo. Pero no es médico».
Fuentes asegura que dimitió como jefe de los servicios médicos en 1986, aunque estuvo dos años más como asesor personal del entonces presidente, Juan Manuel de la Hoz, a quien Odriozola sucedió en 1989. «Pero noté que había una animadversión hacia mí y dije adiós», añadió el médico, cuya mujer, Cristina Pérez, corredora de 400 metros vallas, se vio envuelta en un caso de dopaje justo antes de los Juegos de Seúl 1988.
Fuentes aseguró que su mujer, que en un mes batió cuatro veces el récord de España, fue «intoxicada» con un producto para adelgazar e insinuó una mano negra, pues dijo que la orina en la que se encontró la sustancia fue recogida en una botella de agua mineral.
«Dijeron que había confianza, pero el procedimiento no se hizo correctamente. Por eso el presidente De la Hoz anuló en control», dijo el doctor, que tras dejar la federación se centró principalmente en el ciclismo y organizó junto al hematólogo Merino Batres una de las mayores tramas de doping con autotrasfusiones conocidas hasta ahora.