Lance Armstrong: «Quiero volver a competir»

La Voz

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El ciclista estadounidense considera que su sanción a perpetuidad es demasiado dura

20 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En la segunda y última parte de la entrevista en la que confesó haberse dopado pero, como se esperaba, no desveló detalles de la trama ni dio nombres de cómplices ni compañeros, Lance Armstrong dijo sentirse «humillado» y «avergonzado» y afirmó que desea «volver a competir». Armstrong se dedica ahora al triatlón tras haber sido suspendido a perpetuidad en el ciclismo. «Me siento avergonzado. Esto es algo muy feo», dijo Armstrong a la presentadora Oprah Winfrey, durante una conversación en la que aseguró que en menos de dos días perdió 75 millones de dólares (casi 60 millones de euros) de sus patrocinadores.

El exciclista estadounidense indicó que vivió su momento más duro, el que le hizo bajar más a la tierra, cuando le solicitaron que abandonara la dirección de la fundación de lucha contra el cáncer Livestrong y que cortara cualquier vínculo con dicha entidad. «Eso dolió de forma infernal», aseguró. Armstrong, superviviente a mediados de los 90 de un tumor testicular con metástasis en cerebro, abdomen y huesos, fundó Livestrong para ayudar a combatir el cáncer, y en los últimos 15 años ha recaudado unos 500 millones de dólares.

Horas antes de grabar la entrevista con Oprah Winfrey el pasado lunes, fue en persona a la sede de Livestrong para disculparse. Armstrong reconoció en la emisión televisiva del jueves que se dopó durante años, hasta 2005. «Mi cóctel era epo (eritropoyetina), transfusiones de sangre y testosterona», confesó, después de que una montaña de evidencias demostrara sus mentiras.

En la segunda parte de la entrevista ofrecida la madrugada del sábado, Armstrong, más humano que la noche anterior, tocó temas relativos a cómo ha afectado a su familia su caída en desgracia, y dijo haberse «sometido a terapia» para recuperarse anímicamente. «Debo volver a ser consistente y superar esto», declaró. Armstrong anunció que durante todo el proceso ha tenido el apoyo de su actual pareja, su exesposa y sus hijos.

El exciclista texano, que vio derrumbarse su mito y la estampida de patrocinadores y aficionados que le respaldaban, negó sin embargo que intentara sobornar a la Agencia Antidopaje Estadounidense (Usada), antes de reiterar: «Lamento profundamente lo que hice».

El propio Armstrong admitió que toda su historia fue «un cuento de hadas, un engaño construido sobre una mentira», y aceptó ser castigado, aunque dijo merecer una segunda oportunidad, pensando en una sanción menor para regresar a las competiciones. «¡Diablos! Sí. Soy un competidor. Eso es lo que he hecho toda mi vida».

«Al margen de

que sé que tengo

que pedir perdón personalmente a muchas personas, tengo remordimientos y los seguiré teniendo»

«Perdí el rumbo.

El peor delito fue traicionar a quienes me apoyaron y creyeron en mí. No estoy bien, pero no es lo peor de mi vida».