La crisis del «Real Mourinho CF»

Ignacio tylko MADRID / COLPISA

DEPORTES

Florentino Pérez se plantea la posibilidad de destituirlo

24 dic 2012 . Actualizado a las 10:26 h.

Incendiario hasta el punto de querer cargarse al mejor portero del mundo, líder del grupo español del vestuario blanco y símbolo del madridismo, José Mourinho ha conseguido lo que hace semanas parecía un imposible: que Florentino Pérez se plantee la posibilidad de destituirlo por entender que la plantilla se la ha ido de las manos, la Liga está perdida, la Copa complicada con la derrota en Balaídos y la Liga de Campeones mal encarrilada por una primera fase irregular en la que el club con mayor presupuesto del mundo solo pudo ser segundo tras el Borussia Dortmund.

La suplencia de Casillas, justificada por motivos técnicos, supone un pulso, un desafío y un órdago a lo grande. Hasta el punto de que más del 90 por ciento de los hinchas merengues que han respondido a diferentes encuestas realizadas en las últimas horas concluyen que el portugués quiere ser despedido y embolsarse los 20 millones netos que le corresponderían.

Declaración de guerra

El sector más crítico con Mourinho piensa que se trata de una declaración de guerra al vestuario y al presidente. Una estrategia premeditada que ya utilizó para dejar en su día el Chelsea con el tren en marcha pero el riñón bien lleno. Del Inter se marchó algo mejor, pero sin celebrar ni siquiera con los aficionados la ansiada Champions porque prefirió quedarse en Madrid para cerrar su suculento fichaje.

Jorge Valdano, la primera gran víctima del método Mou cuando fue destituido, lo tiene claro. El exdirector general reflexionó tras el partido y afirmó que el luso «dobló la apuesta» y realizó una «exhibición de poder al imponer su decisión a una leyenda del club». Sostuvo que se trata de una decisión de peso muy pensada, aunque dijo desconocer los motivos. Guti habló de un «pulso al club y a una de sus leyendas vivas». Y Míchel Salgado lamentó que Mou haya generado «más tensión».

Disgusto del presidente

El rostro de Florentino Pérez era el espejo del alma cuando vio la alineación y comprobó que Casillas no jugaba a través del teléfono móvil de Mónica Marchante, reportera de Canal Plus. No daba crédito a lo que ocurría y ponía cara de circunstancias.

Aunque desde el club aseguran que Adán sabía desde el martes de su titularidad, su alineación se interpreta como una respuesta al discurso navideño del presidente en el almuerzo con los periodistas. Si el jueves Florentino aseguró que las tensiones son negativas para el fútbol, lugar de «ocio y esparcimiento», y advirtió que quien las provoca no obtiene muchos réditos, Mou le contestó con la suplencia del capitán. Y si el alto dirigente insistió en el mensaje de creer en la «gran remontada», consustancial al espíritu del club, resulta que el Real Madrid se va de vacaciones a 16 puntos del Barça, una diferencia histórica a dos jornadas todavía para el final de la primera vuelta.