David Villa, un año de lucha

P. Ríos BARCELONA / COLPISA

DEPORTES

Suparada su grave lesión, pelea por asentarse en el once

15 dic 2012 . Actualizado a las 12:13 h.

Hoy se cumple un año de una imagen impactante que estremeció al fútbol español. La tibia izquierda de David Villa, el máximo goleador de la selección, se partió en dos en Yokohama (Japón) durante la semifinal del Mundial de Clubes que enfrentaba al Barça contra el Al Sadd. En el minuto 35 de aquel partido que ganó 4-0 el equipo azulgrana, el delantero asturiano dijo adiós a la Eurocopa que meses después conquistaría España.

Curiosamente, le añoró más el Barça, que en el tramo final de la Liga y Liga de Campeones se despidió de las dos competiciones bajo una Messidependencia alarmante. Faltó la aportación goleadora del Guaje, que, sin embargo, estaba siendo discutido entonces e incluso se había quedado en el banquillo en aquel clásico en el Bernabéu que ganó 1-3 el entonces equipo de Pep Guardiola.

Vale la pena recordar aquella situación porque doce meses después Villa se encuentra en el mismo punto. Reapareció en agosto, ocho meses después de su lesión, aprovechó sus minutos esporádicos con goles. Se entendió que se perdiera el clásico del Camp Nou (2-2) porque estaba en esa fase. «Tengo que tener un poco más de paciencia», admitió. Pero ahora, cuando ya está fuerte para competir 90 minutos, es suplente en los encuentros importantes.

En las últimas semanas solo ha jugado los tres partidos de Copa, además del intrascendente Barça-Benfica (0-0) que cerró la fase de grupos de la Liga de Campeones. Autor de cinco goles en la Liga, ha marcado tres en la Copa, pero no jugó ni un minuto ante el Athletic o en el campo del Betis.

Vilanova no le ayudó demasiado cuando dijo el otro día que «aunque movemos el sistema, Villa a veces no nos cabe». Teniendo en cuenta que acaba de cumplir 31 años y que le queda año y medio de contrato, no es extraño que clubes como la Juventus le sobrevuelen.

Y el de Tuilla, que ya disfrutó del Barça en su primera temporada, ganando Liga y Liga de Campeones con golazo en la final de Wembley, está comenzando a plantearse su futuro. No quiere perderse la Copa Confederaciones. Y mucho menos el Mundial 2014 de Brasil.

En esta coyuntura, el encuentro de mañana ante el Atlético podría ser un momento clave para él. Se le ha abierto una puerta: Cesc es baja. Thiago y Alexis también optan al puesto, pero si Villa se queda en el banquillo, el mensaje sería claro.