Una situación crítica con una solución difícil a corto plazo

Alexandre Centeno Liste
ALEXANDRE CENTENO A CORUÑA / LA VOZ

DEPORTES

La falta de un plan de viabilidad complica el día a día del Deportivo

07 nov 2012 . Actualizado a las 10:39 h.

La situación de ahogo económico que vive el Deportivo, fruto de la gestión de Lendoiro, genera una serie de dudas no solo entre los aficionados blanquiazules, sino también en el seno del propio club: trabajadores, cuerpo técnico, futbolistas... Estas son algunas de las claves del proceso que atraviesa.

¿Cómo se ha llegado a esta situación?

El preocupante momento que vive el Deportivo no es fruto de la casualidad ni de una racha de malas cartas en el juego. Es la consecuencia de la huida hacia delante total que Lendoiro adoptó para el club hace años. En contra de sus manifestaciones, en las que con frecuencia hace referencia a un plan de rebaja de la deuda, este nunca ha existido, sino que la reducción está siendo más como fruto de los diferentes embargos existentes que por una planificación certera.

La táctica que ha permitido al dirigente blanquiazul mantener aun con apuros el club ha sido la del desafío. Bajo la amenaza de echar al deportivismo encima ha conseguido sacar adelante renegociaciones de deuda con los bancos y algunos otros acuerdos sin los que hubiera sido imposible la supervivencia. En el caso de Hacienda, Lendoiro se había visto beneficiado hasta ahora de la actitud del fisco con el fútbol. En el momento en el que el Gobierno ha plantado cara a los clubes, la situación del Deportivo ha comenzado a antojarse más insostenible que la del resto por su mayor deuda y su escaso patrimonio.

¿Qué influencia ha tenido la crisis para alcanzar este momento?

Posiblemente, mucho menos que en cualquier empresa de otro sector o en la economía doméstica de muchas familias. La mala situación financiera del Deportivo no ha ido pareja a la del país. Con anterioridad al año 2008, en el que se sitúa el inicio de la crisis, el Deportivo, tal y como había venido publicando La Voz de Galicia, ya atravesaba graves problemas económicos que Lendoiro se hartó de negar inicialmente para, con posterioridad asumir con una sorprendente normalidad. Sí es cierto que en plena crisis la situación del club ha empeorado

¿Estamos ante una situación transitoria o que puede prolongarse en el tiempo?

Depende del tiempo que Hacienda tarde en cobrar la deuda, que el club en sus cuentas sitúa en 34 millones de euros, pero que según diversas fuentes es sensiblemente superior. Por este motivo, teniendo en cuenta lo elevado del débito, no parece probable que el arreglo esté próximo.

Aunque la Agencia Tributaria no es el único acreedor del Deportivo, tiene a su favor el hecho de su poder de ejecución en los embargos. Mientras que una empresa o particular a la que el club coruñés le debe dinero tiene que acudir primeramente a un juzgado, obtener una sentencia favorable y luego solicitar diferentes embargos, Hacienda posee capacidad para dictar directamente una orden de bloqueo y recaudar el dinero adeudado.

¿Puede funcionar el club sin apenas ingresos?

Aunque en teoría la respuesta debería ser que no, la práctica viene a demostrar que sí. Bien es cierto que con muchas dificultades. Y ¿dónde está la clave para aguantar con escasos ingresos? Son varias, pero la principal es convencer a la plantilla y al cuerpo técnico de que aguanten sin cobrar al día. Ayer, los futbolistas de la primera plantilla solo habían percibido la parte reducida de la nómina de agosto y la mitad de la de septiembre. Quedan la otra mitad de ese mes y octubre.

Pero Lendoiro está encontrando en la plantilla blanquiazul gran colaboración. Hasta ahora, los jugadores no han levantado la voz. Cuenta con un grupo disciplinado, algo en lo que están jugando un papel los dos más veteranos: Valerón y Manuel Pablo. El primero, sobre todo, es una extensión del presidente del Deportivo dentro del vestuario: observa, tranquiliza y, cuando considera oportuno, actúa tratando de convencer a alguna posible voz discordante y evitar posibles movilizaciones.

Además, también hay que contar con la aceptación de las empresas de autobuses, transporte y hoteles, con los que es obligada una negociación para salvar el día a día del club coruñés.

¿Qué salidas tiene el Deportivo?

La primera y más clara es pagar las deudas tanto con el fisco como con los bancos que en su día concedieron los créditos y demás acreedores. Evidentemente, el club no tiene actualmente recursos suficientes para hacer frente a semejante débito. La improbable llegada de un importante inversor o la también improbable aportación económica del actual consejo de administración podría facilitar las cosas.

La segunda posibilidad es la presentación de un concurso voluntario. Esta vía no parece del agrado de Lendoiro, quien, sorprendentemente, ha declarado numerosas veces que él solo lo hará en caso de que le obliguen, pues quiere pagar la totalidad de la deuda, no solo una parte, como han hecho y están haciendo otras entidades.

El Deportivo estuvo a punto de entrar en concurso de acreedores hace unas semanas, después de que una empresa lo solicitara en los juzgados de A Coruña. En ese momento y, ante la sospecha de que el juez del Mercantil número 1 iba a declarar el concurso necesario, Lendoiro accedió a pagar la deuda de 300.000 euros que mantenía el Deportivo con esta empresa desde hacía diez años.