El Dépor recibió la noticia que esperaba desde la última jornada, cuando Bruno Gama tuvo que pedir el cambio en la segunda parte del partido contra el Getafe. El portugués, que sufrió un problema muscular en el muslo derecho, se había pasado toda la pasada semana sin entrenarse sobre el césped, mientras recibía tratamiento médico y de fisioterapia. Incluso el martes pasado apareció brevemente al margen de sus compañeros, hasta que se encaminó hacia los vestuarios con gesto contrariado. En cambio, ayer saltó al césped y participó en la mayor parte de sus ejercicios. Junto a Salomão, al que los técnicos tampoco desean forzar el ritmo, solo se reservó en algunas de las series de partidillos con que finalizó la sesión. «No lo descarto, pero tampoco lo doy por seguro», afirmó Oltra al término del trabajo, cuando se le preguntó por las sensaciones que le había ofrecido el exfutbolista del Río Ave.
Fundamental en los planes de su entrenador desde aquel partido de la pasada temporada contra el Elche, cuando el Dépor igualó un 2-0 adverso, aunque finalmente acabase cayendo por 3-2, Gama solo se ha perdido un partido desde entonces y fue por sanción. Ahora aspira a convencer a su entrenador de que está preparado para jugar en Granada. Así, Camuñas, Saúl y hasta el propio Salomão deberían seguir esperando su oportunidad.
Bodipo protagonizó el único incidente de la sesión, pues se torció el tobillo y se retiró a los vestuarios, pero se trata de una molestia leve. Aún faltaron al entrenamiento de ayer los internacionales portugueses Pizzi y Nelson Oliveira, quienes no jugaron minuto alguno en el partido que su selección disputó el martes en Braga, así como el colombiano Abel Aguilar, que está previsto que llegue esta mañana a A Coruña y acuda directamente desde el aeropuerto al entrenamiento.