La fórmula de Cesare Prandelli contra España

antón bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Maurizio Brambatti / EFE

Italia podría usar la táctica que frenó al equipo de Del Bosque en la fase de grupos

30 jun 2012 . Actualizado a las 19:19 h.

Antes de aterrizar en la Eurocopa el seleccionador italiano Cesare Prandelli se estudió al milímetro las virtudes con las que España madura los partidos, ese modo especial que tiene para someter a sus rivales. Era consciente de que la campeona del mundo sería la principal referencia del torneo y que, si todo transcurría según lo previsto, se cruzaría con el conjunto de Del Bosque en dos ocasiones. Por este motivo, ideó una fórmula para desactivar a España. En la fase de grupos la utilizó y le funcionó, alcanzó el empate y se convirtió en el único equipo en lograr superar a Casillas. Lo más probable es que recurra a ella en la gran final de Kiev. El antídoto de Prandelli para el juego español reposa sobre los siguientes pilares.

Tres centrales

De Rossi actúa como líbero

Para el disciplinado centrocampista de la Roma no era una posición desconocida, pero sí causó sorpresa que dejase un hueco en la línea de creación para incrustarse entre los dos centrales. Sin embargo, desde la retaguardia aportó una salida de balón más fiable. Prandelli conocía el gusto de España por la recuperación de la pelota en la zona de ataque. A partir de esos robos suele generar las oportunidades de gol más claras. Sin embargo, el recurso de De Rossi ofrecía precisión y criterio para romper esa primera línea de presión de los futbolistas de Del Bosque. Sus veloces combinaciones con Pirlo, el hombre que marca la pauta de la azzurra en la medular, evitaron que los italianos se asfixiasen.

Laterales largos

Sin sorpresas por las bandas

En el esquema de Del Bosque, las bandas quedan para dos hombres que no son específicos de esa demarcación como David Silva y Andrés Iniesta. El peso ofensivo por los costados recae en Jordi Alba y Álvaro Arbeloa. Pero con el movimiento táctico de Prandelli en el que situó a tres hombres por el medio de la defensa, Italia bloqueó los desbordes de Silva e Iniesta, que siempre rompen hacia al centro. De esta forma no se produjeron desequilibrios en los laterales. Alba y Arbeloa perdieron la capacidad de irrumpir por sorpresa para aliviar la zona de ataque y España se volvió excesivamente previsiblemente. Además, los dos futbolistas españoles sufrieron ante la profundidad de Giaccherini y Maggio que aprovecharon la falta de trabajo defensivo para sumarse al ataque. De hecho, este primer partido fue en el que el lateral izquierdo de la selección estuvo más apagado. Quizás, debutante en una competición de esta trascendencia, el ya jugador del Barcelona padeció la fiebre de la responsabilidad. Con el paso de los partidos se le notó más suelto hasta convertirse en una de las piezas insustituibles de España.

Un Medio reforzado

Superioridad con seis jugadores

La variante táctica de Prandelli aportó otra ventaja a Italia. Al añadirse los laterales a Marchisio, Pirlo y Motta, más las frecuentes caídas de Cassano y Balotelli, provocaron que hasta seis jugadores participasen en la elaboración de las jugadas de Italia. Una pieza más de las que disponía España en esa parte del césped. Esta superioridad permitió que la azzurra discutiese por momentos (sobre todo en la primera mitad) la posesión al equipo español, que sin una referencia ofensiva se hacía demasiado corto, reducía los espacios e incrementaba las imprecisiones. De todos modos, España terminó el partido con un 60%, la cifra que promedia en la Eurocopa.

La delantera

Cambios de posiciones

El último movimiento del técnico italiano consistió en frecuentes cambios de posiciones entre sus delanteros, Cassano y Balotelli (luego Di Natale). Esto dificultó que los defensores españoles pudiesen fijar sus marcas. Ramos y Piqué no respiraron tranquilos ni un instante. Desconocían por dónde surgiría la amenaza del gol.