He conocido a muchos jugadores que cuando llegan a cierta edad dejan el fútbol por cansancio o, simplemente, porque ya no disfrutan. Caso aparte es el de Andrea Pirlo que sin ser un portento físico sigue disfrutando a sus 33 años como nadie jugando al fútbol.
Actor principal en esta selección italiana, se ha ganado los galones y el respeto de sus compañeros, sabiendo estos el lugar que ocupa Pirlo en el juego ofensivo de Italia, donde lo buscan constantemente para que mueva el balón, y a la hora de hacer un fútbol sencillo y fluido.
Resulta muy curioso que un jugador tan dependiente de sus compañeros tenga tanta repercusión en el juego italiano. Una de las causas principales la tenemos en que Pirlo, cuando tiene el balón, escoge posiblemente la opción más correcta dentro de las que tiene y aparte de escoger la mejor, el compañero que recibe el balón lo hace en las buenas condiciones posibles para que este no tenga problemas en la siguiente jugada.
Pirlo decide cuándo, cómo, a quién y a dónde va el balón. Todo esto lleva a que el rival tenga que correr más, y seguir ajustando su defensa. Estoy convencido de que el seleccionador italiano tiene mucho que ver en lo que está haciendo Andrea Pirlo en la Eurocopa. Simplemente le habrá dicho que sea él mismo. ¿Sería capaz de destacar tanto Pirlo con otro seleccionador?, ¿jugaría igual? Realmente, lo dudo mucho. No hace falta tener experiencia o treinta y tantos años... simplemente desplegar el talento.
En la final contra España, no creo que el juego de Andrea Pirlo tenga tanta repercusión, pues la selección española tiene tiene varios Pirlos y mejores, algo que en un partido como el de mañana se tiene que notar.