La década prodigiosa del básket español

José m. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

19 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Con puntualidad británica y rutina funcionarial. Así se ha movido el baloncesto español desde hace diez años. Un éxito tras otro hasta levantar un palmarés inigualable en Europa e impensable en décadas pasadas. A lomos de una generación excepcional, de jugadores que conquistaron en edad júnior el Europeo (Varna 1998) y el Mundial doce meses después. En el 2001, Imbroda, entonces seleccionador, convocó a los imberbes (20 años) Pau Gasol y Felipe Reyes, que se unían a Navarro y Raúl López, sus compañeros de generación. España se colgó la medalla de bronce y anunció un futuro espléndido. Con la quinta plaza en Indianápolis, un año después, España superó su techo en un Mundial. El técnico gallego Moncho López llevó al Europeo de Suecia (2003) a Bueno y a Calderón. Los júnior de oro ya copaban la mitad de la selección que con la plata igualó su mejor logro en un Europeo.

Pero el listón se superó en el 2006, un año después del varapalo de perder con Estados Unidos en los Juegos de Atenas. Una derrota y para casa. Hasta ocho júnior de oro estuvieron en el Mundial de Japón. España descubrió a una generación que maravillaba sobre el parqué, se divertía en los ratos de ocio jugando a la pocha y se motivaba con canciones desenfadadas antes de cada partido. Un grupo de capaz de superar el mazazo de no disponer de su figura (Pau Gasol) en la final. Sin complejos y con el descaro balcánico que tantas veces amargó los torneos al baloncesto español, la selección se proclamó campeona del mundo. Pepu Hernández popularizó el «ba-lon-ces-to» y el grupo cautivó a los españoles con la imagen de Pau Gasol con muletas y la emoción de una seleccionador que había perdido a su padre pocas horas antes. Una imagen que se ha repetido estos días al corear en grupo «todos los días el sol, Felipón», como homenaje a Felipe Reyes, que perdió a su padre pocos días de comenzar el Europeo y que recogió el trofeo.

Un solo error

Una medalla que no sació la sed de un grupo que desde entonces disputó otras cuatro finales. Falló, sin Pau Gasol, en la defensa del título Mundial (2010), pero cumplió cada verano con el rito de un mes de gira de preparación y dos o tres semanas en una gran cita. El grueso del grupo ha sido siempre el mismo, los júniors de oro, al que se han ido sumando representantes de otras generaciones (primero Rudy y Marc Gasol, después Sergio Rodríguez, Ricky, Llull e Ibaka) para cubrir el hueco que han ido dejando Carlos Jiménez, Garbajosa o Mumbrú.

Ayer renovaron el título europeo y dejaron un reto por cumplir: el oro olímpico. Con seis jugadores de la NBA y Navarro, el genio que, a sus 31 años, pasó ayer sus duodécimas vacaciones de verano de forma consecutiva con la selección. Por eso, solo Pau Gasol y Felipe Reyes igualan su palmarés (2 oros, 2 platas y un bronce en Europeos, un Campeonato del Mundo y una plata olímpica). El capitán y mejor jugador del torneo, el jugador que, con 189 internacionalidades, está a una de Brabender y en línea para superar en un par de años al mito Epi. La bomba.