Por si el triunfo del Barcelona no tuviera suficiente carga emotiva, el gesto que tuvo la plantilla con Eric Abidal acabó por desbordar las sensaciones a flor de piel en Wembley. Con Puyol y Xavi en el campo, quien se puso el brazalete de capitán para recoger la Copa de Europa fue Eric Abidal.
El lateral francés, titular en la final de la Liga de Campeones apenas dos meses después de su intervención para retirarle un tumor en el hígado, fue el encargado de alzar el trofeo recibido de manos de Michel Platini, el presidente de la UEFA. Un síntoma de la importancia de la recuperación de Abidal en el tramo final de la temporada, y del espaldarazo moral que supuso para la plantilla azulgrana.
A pesar de que Puyol saltó al campo a pocos minutos del final para ser el capitán en juego (el central fue suplente en favor de Mascherano), fue finalmente Abidal el último en subir al palco y el primero en ofrecer la orejuda a la afición culé en Wembley.