a primera parte se caracterizó por la deportividad y los muy buenos modales demostrados por los 22 futbolistas, que se respetaron mucho. Por lo demás, fue un partido muy táctico en el que la diferencia estuvo en los dos goles de la ida. El Madrid no se terminó de soltar lo suficiente para dar la vuelta a aquel marcador. Tenía que haber expuesto más si quería remontar. Jugó a la contra y las ocasiones fueron locales. Es más, el Barça, fiel a su estilo de pases cortos y posesiones largas, hasta disfrutó de más oportunidades, pero Casillas estuvo muy acertado. Tras el gol de Pedro a pase fenomenal de Iniesta el Madrid trató de oxigenarse y le dio frutos, pues mantuvo la presión arriba y marcó el gol de Marcelo. Pero el Barça recuperó otra vez la pelota y su juego de posesión. Solo entonces el Madrid recurrió a entradas duras, pero todo estaba decidido ya. El Barça fue finalmente justo vencedor y finalista de la Champions.