Nadal suda la camiseta

Paulo Alonso Lois
Paulo alonso REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El mallorquín pierde dos kilos y medio al ganar a Tomic en Australia

23 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El marcador refleja un 6-2, 7-5 y 6-3 engañoso. La cara de Rafa Nadal envía señales ambiguas. Y su camiseta empapada, que se cambia a cada rato, revela que para el español ha empezado el Open de Australia de verdad. Se tiene que arremangar en el segundo set para domar a un chaval que llevaba tiempo dando pasos al frente, Bernard Tomic. Al terminar, el mallorquín cifra el desgaste en gramos: «Estoy algo más cansado, sudo un poco más de lo habitual y no hacía tanto calor. He perdido dos kilos y medio y yo no suelo perder peso en los partidos. Deben ser secuelas aún de la enfermedad que cogí en Doha».

Al último al que sorprende Tomic es a Nadal, que ya invitó hace años a Tomic ?jugador australiano de origen alemán y ascendencia croata? a servirle de sparring en grandes citas. Ahora luce el dorsal 199 en la lista de la ATP, pero ayer inquietó al número uno como muy pocos consiguen hacer.

Los argumentos del chaval

Una planta moderna de tenista espigado, un gran servicio, un resto solvente, un revés versátil que pega a dos manos y corta a una, y un posicionamiento óptimo en la pista convierten a Tomic en un tenista peligroso para Nadal. Las garras las enseñó, sobre todo, en el segundo set, cuando mostró lo mejor y lo peor de su tenis actual. Se arrancó con un 4-0 a su favor que dibujó las primeras quejas en el rostro de Nadal, empapado, incómodo, corriendo demasiadas veces al son que marcaba el rival.

Ahora bien, al australiano le faltó consistencia (de tanto forzar la máquina, terminó con 49 errores no forzados), regularidad y cuajo en los momentos importantes. Con 4-0 a su favor, dio la sensación de derrumbarse ante un rival que aprieta los dientes ante la adversidad, que se lanzó al ataque como mejor defensa y que dejó en simple anécdota el arreón de Tomic al resolver el segundo por 7-5 y cerrar el partido con un 6-3 después de dos horas y media sobre la pista.

Hasta Nadal se extrañó por su elevado desgaste en la sesión nocturna de un torneo que habitualmente se juega en condiciones de calor y humedad extremos. Explicó que en Doha se sometió a varias pruebas «al día siguiente del partido con Davydenko y todo salió normal». En todo caso, zanjó el asunto recordando su balance tras tres partidos en Melbourne: «En fin, estoy bien. He llegado a la segunda semana sin perder un set».

Ahora, Cilic

El español jugará mañana, en un horario todavía por determinar, con el croata Marin Cilic, decimoquinto favorito, que superó al estadounidense John Isner por 4-6, 6-3, 6-7 (5), 7-6 (2) y 9-7 tras una batalla de más de cuatro horas y media.