El mundo de Lance Armstrong

B. Urraburu

DEPORTES

Dedica los ingresos a su fundación. El Tour solo es una etapa más de la película que se rueda sobre su vida

05 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Decía Johan Bruyneel, director del Astana, que entre Lance Armstrong y Alberto Contador no había mucha comunicación. Entre otras cosas, porque apenas habían coincidido en la presente temporada. Además, los mundos en los que se desenvuelven los dos corredores son totalmente distintos.

Armstrong ha sobrepasado los límites del deporte y se ha convertido en una estrella mediática. En Mónaco ha recibido en la habitación de su hotel a Laurent Fignon, enfermo de cáncer de páncreas, autor de un libro en el que habla de dopaje, y también al líder del grupo U2, Bono, con el que estuvo charlando en la terraza de su hotel. El jueves acudió a una cena benéfica, que contó con la presencia del príncipe Alberto de Mónaco. El objetivo era recaudar fondos para su fundación contra el cáncer, Livestrong.

No cobra del equipo

El estadounidense está instalado en otra dimensión, con todo lo que eso supone. No se cansa de repetir que corre sin cobrar. El equipo Astana no tiene en su nómina a Lance Armstrong, que ha negociado su participación en algunas carreras pidiendo un fijo: un millón de dólares en el Tour Down Under en Australia y dos en el Giro de Italia, cantidades al parecer ingresadas en las cuentas de su fundación. El Tour es una inversión a largo plazo, incluso para la película sobre su vida que parece ir muy avanzada, puesto que va a contar con imágenes en directo.

Lo cierto es que Alberto Contador y Lance Armstrong ya han comenzado a dialogar, lo hicieron ayer en un aparte en el hotel en el que se alojan con el resto del equipo. También compartieron mesa durante la cena. En el Astana han abierto las puertas del equipo al hermano de Alberto Contador, Fran, que es su mánager, y a su jefe de prensa personal, Jacinto Vidarte, que son una parte más de la formación. La situación parece más distendida, lo que no impide que hablemos de mundos totalmente opuestos.

Alberto Contador es un ciclista profesional con una carrera que parece lanzada y Armstrong no tiene nada que demostrar en el mundo del ciclismo. Es más, el norteamericano se arriesga a manchar su trayectoria si le surge algún problema con el dopaje, y más en Francia, donde el ministro de Salud y Deporte, Roselyne Bachelot, ya se ha hecho propaganda a su costa diciendo que le van a seguir muy de cerca. Lo busque o no, siempre va a encontrarse en el medio de la tormenta.

Controles en Internet

Hasta de los controles antidopaje que ha padecido ha hecho una historia: los ha publicado todos, dando a conocer cada momento en el que lo controlaban. Lleva 34 controles y los anuncia en su lugar en Internet Twitter. Todo en Lance Armstrong se convierte en noticia. ¿Alguien sabe lo controles que llevan Alberto Contador o Carlos Sastre?

Relanzar la fundación

La mayor parte de su vida es pública. Los aficionados, la gente, saben muchas cosas de las que le suceden y nadie mejor que él mismo para dar a conocer todos los detalles antes de que se tergiversen determinadas situaciones. No cesa de repetir que si ha vuelto al ciclismo es para relanzar su fundación en esa lucha contra el cáncer. Es la explicación más lógica. La otra nos llevaría a situaciones personales más complicadas.