Acusó la expulsión de Marchena y el conservadurismo de Ranieri
29 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.El Valencia desperdició la oportunidad de acariciar su pase a la siguiente ronda en la Liga de Campeones ya que tuvo la victoria ante el Werder Bremen y la dejó escapar lamentablemente hasta firmar la merecida derrota (2-1). Tras un gran primer período en el que incluso pudo sentenciar, el equipo español se vino abajo con estrépito en la segunda mitad a causa de la absurda expulsión de un internacional como Marchena, que debió haber sido más inteligente, y a los miedosos cambios de Ranieri. Todo lo contrario hizo Thomas Schaff, el técnico alemán, que arriesgó al máximo en las sustituciones y encontró el justo premio. El duelo tuvo el arranque soñado para el Valencia, que dejó helado al campeón alemán en su primera llegada, al minuto de juego y en la que firmó el primer gol del partido. Con un fútbol más práctico que vistoso, el Valencia manejó con solvencia la situación en el primer período. Se cerró muy bien y en cada salida a la contra puso un nudo en la garganta de los fríos teutones. La pena es que ni Di Vaio ni Corradi acertaron en sus ocasiones. El decorado cambió por completo en la reanudación. Y lo hizo porque Marchena pecó de ingenuo y provocó su expulsión con una absurda falta cuando ya tenía una tarjeta, y a continuación a Ranieri le entró el temblor. Quitó a Di Vaio, el mejor sobre el césped, introdujo a Pellegrino y trasladó esa sensación de temor a sus jugadores. El Valencia se atrincheró en su área y eso es casi un suicidio ante rivales alemanes. Empató enseguida Klose en un error defensivo de los valencianos y a partir de ahí, el campeón español sufrió un asedio terrible hasta que llegó el segundo gol de los germanos.