El alemán logra la «pole» provisional en Montmeló

Toni Silva J. GARCÍA | BARCELONA REDACCIÓN

DEPORTES

02 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Un problema en el motor obligó a Fernando a recurir al coche reserva Fernando Alonso (Renault R23) concluyó la sesión de clasificación de ayer del Gran Premio de España en décima posición, en la que el alemán Michael Schumacher colocó el nuevo Ferrari F2003 GA en la primera plaza. A pesar del puesto ocupado por Alonso, el Renault R23 se ha mostrado muy rápido durante todas las pruebas, y su compañero Jarno Trulli ha sido segundo a tan sólo 19 milésimas de Michael Schumacher. El piloto asturiano se vio perjudicado en la sesión de clasificación por el estado sucio en el que habían dejado la pista los turismos que habían probado antes y eso le hizo cometer un pequeño error, pero luego ya no tuvo más alteraciones. Además, el español sufrió un problema en el motor y se vio obligado a utilizar el coche de reserva durante buena parte de la sesión de entrenamientos previos, pero le hizo perder cuarenta minutos de la sesión libre hasta que los mecánicos terminaron de montar un nuevo propulsor. Trulli, con su fantástica vuelta, ha impedido el doblete de los Ferrari y ha relegado al brasileño Barrichello al tercer lugar por 69 milésimas. Barrichello ha tenido que utilizar el coche reserva donde los pedales estaban preparados para Michael Schumacher. Cuando Renault cedió a Fernando Alonso a Minardi en su primer año de Fórmula 1, Giancarlo Minardi recibió la visita de Jean Todt, el todopoderoso director deportivo de Ferrari. -Sólo hay una cosa que tengas que me interesa. -Podías haberla tenido, pero no quisiste llamarme. -No importa. El día que haga falta la compraremos. La «cosa» era Fernando Alonso quien, ya como piloto probador, había dejado atónito al responsable del mayor presupuesto automovilístico. Al comienzo de la presente temporada, el director general de Renault, Flavio Briatore, dijo: «dadle cuatro carreras a Alonso y estará a la par que Trulli». El manager se quedó corto. Mañana se celebrará en Montmeló el quinto gran premio y el asturiano aventaja en ocho puntos a su compañero de escudería. Y está a uno solo del pentacampeón Michael Schumacher. ¿Cuál sería la clasificación si Alonso se vistiese de rojo con un monoplaza de Ferrari? Toda hipótesis carece de respuestas ciertas, pero la coincidencia en las apreciaciones no es casual. «Fernando será quien retire a Schumacher», apunta el piloto Adrián Campos. «Alonso está batiendo a Trulli antes de lo esperado, no ha necesitado un período de adaptación, pero no podrá ser campeón hasta que lleve un Ferrari o un coche similar», señala el colombiano Juan Pablo Montoya. En cuatro carreras, Fernando ha dejado claro sus dotes de «piloto diferente». Sus trazadas son distintas, es más abrupto en las frenadas, donde su ángulo es más pronunciado que el resto. En definitiva, es más agresivo, bloquea frecuentemente las ruedas y desarrolla el pilotaje hábil forjado en las pistas de karting. Tras deslumbrar al mundo con podio en Australia, su verdadera revelación llegó en Brasil, el día en que el anegado circuito de Interlagos escupió demasiados monoplazas fuera de su asfalto. Mientras todos moderaban sus cuentakilómetros, Alonso usaba la peor curva para recortar más de un segundo a los primeros, lo que le permitió remontar varias posiciones en tiempo récord y repetir otra tercera posición. Pero llegaron las largas rectas de San Marino y sólo brillaron los motores potentes. ¿Y si...?