Por su tono de voz y sus medias respuestas, parece un hombre enfadado con el mundo. Srecko Katanec, seleccionador esloveno nos atiende instantes después de la siesta. Y parece no haber tenido un buen despertar. Las preguntas que no son de su agrado las zanja con un «no» y las que le traen malos recuerdos, con un «no es cierto». El domingo se enfrenta a España, y lo hace sin presión. «Nosotros ya hicimos nuestro trabajo al clasificarnos para el Mundial de Corea y Japón», dice este hombre de 38 años, el técnico más joven en la Copa del Mundo. Pero los aficionados de su país no opinan lo mismo y demandan victorias. «Ellos ven las cosas desde su punto de vista, un punto de vista surrealista, por cierto». ¿¿En qué ha cambiado la selección desde el Europeo? ¿Es muy difícil hablar sobre el estado de forma en el que te encuentras, ya que si en el fútbol las cosas cambian en siete días imagínese en dos años. ¿Dijo un día que nunca jugaría a la defensiva. Parece una declaración arriesgada. ¿No, no, qué va. En el deporte todo el mundo debe jugar de tal forma que pueda sacar algo positivo. Nunca he dicho que nosotros jugamos ofensivamente. No obstante, es cierto que siempre intentamos marcar primero, pero si el adversario es mejor, hay que jugar con cabeza. ¿¿España es la gran favorita del grupo? ¿Sin duda. Se trata de un conjunto de jugadores de elite, que provienen del Madrid, Barcelona, Valencia, Deportivo..., los más fuertes de Europa. No tiene sentido hablar de la calidad de estos jugadores. ¿¿Qué jugador le preocupa ? ¿España tiene tantos jugadores de primer nivel... Raúl, Tristán, Valerón, Hierro.... Todos son grandísimos futbolistas. ¿¿Cómo se puede ganar a los hombres de Camacho? ¿Cada partido es una historia. Para ganar o perder es suficiente con una buena jugada o un despiste. Yo sé cómo debo colocar a mis jugadores, con qué mentalidad deben entrar en el partido, pero no quiero hablar de ello. Para mí es mucho más importante la actitud de mis futbolistas y el orden, ya que todos sabemos cómo se debe jugar en el fútbol moderno: sin encerrarse.