El Dépor tendrá que luchar contra un rival en forma y un césped empapado Dos partidos de Liga quedan en Riazor para que el Deportivo cierre un ciclo de éxitos espectacular en la Liga. Si el equipo coruñés se mantiene invicto ante el Rayo Vallecano y lo hace también ante el Oviedo, el próximo día 20, redondeará un año sin perder en casa en ese torneo. La última derrota se produjo el pasado 5 de enero ante el Racing. Tras el encuentro con los asturianos, la Liga no retornará a Riazor hasta el próximo 14 de enero. Desde entonces disputó dieciséis encuentros de Liga. Ganó catorce y empató dos; ante el Zaragoza durante la pasada temporada y frente al Mallorca en la campaña en curso.
09 dic 2000 . Actualizado a las 06:00 h.Pero antes de cantar victoria, el Deportivo deberá dejar en la cuneta al conjunto madrileño, que se presenta en Riazor (20 horas, Canal Plus) con la vitola de cuartofinalista en la Copa de la Uefa y con un bagaje goleador en Liga que quita el hipo. Los blanquiazules se enfrentarán hoy a dos problemas: un duro rival y un campo pesado. El drenaje de Riazor está al límite después de las intensas lluvias caídas durante el último mes. Para evitar lesiones, el entrenador irundarra decidió dejar fuera de la convocatoria al centrocampista Émerson, algo sobrecargado en los abductores. Tampoco entraron en la lista, por decisión técnica, Fran, César, Duscher y Luis Ramis. Las rotaciones apuntadas ayer por el técnico vasco parecen devolver la titularidad a Capdevila, que regresará al lateral izquierdo en sustitución de Romero. También Cesar Sampaio estará entre los elegidos, y jugará junto a Mauro Silva en el centro del campo blanquiazul. Las bandas, como ante el Milan, serán en principio para Víctor y Turu Flores. La mediapunta la ocupará Djalminha, y en ataque vuelve a surgir la gran duda, Diego Tristán o Roy Makaay. Así como ante los italianos parecía más clara la presencia de Tristán, ante el Rayo es el holandés el que cuenta, apriori, con más opciones de titularidad. Por su parte, el Rayo Vallecano buscará en A Coruña su victoria número cien en Primera División lejos de su feudo. Sería además el primer triunfo en Riazor en toda su historia. Javier Irureta insistía ayer en la necesidad de aparcar la Liga de Campeones hasta febrero para centrarse en el torneo nacional. Habrá que ver ahora hasta qué punto es capaz de aislar la plantilla la reciente derrota ante el Milan, que puso fin a la invulnerabilidad de Riazor en la competición continental. Pero no es todo de color de rosa para los de Teresa Rivero. El enrrachado equipo de Juande Ramos viaja con bajas importantes en el once inicial. A la ausencia del alemán Gerhard Poschner, que será operado mañana de su mandíbula, hay que añadir la del portugués Helder Elias, que se cayó ayer de la lista por problemas musculares. Tampoco entraron Luis Cembranos y Cota, los dos por lesión. La baja de Helder dará pie a un curioso hecho: el único gallego sobre el terreno de juego será el rayista Mauro, natural de Moaña. Ocupará posición en la banda derecha y jugará especialmente motivado contra los coruñeses. Además, el Rayo Vallecano tendrá que hacer frente al cansancio acumulado durante el tenso partido que disputó contra el Lokomotiv el pasado jueves, en la Copa de la Uefa.