Del suelo al oro

TONI SILVA A CORUÑA

DEPORTES

Deferr logra la primera medalla olímpica para España en gimnasia masculina Gervasio Deferr anunciaba, desde su concentración en Sant Cugat, que sería duro de pelar en suelo. Se equivocó. Al final, mientras en su especialidad no pasaba de las primeras de cambio, en salto se alzaba con el oro, el quinto metal para la escuchumizada recolección española. No se lo creía. Nemov y Bondarenko tampoco. Los rusos habían tachado de su lista de enemigos a Jesús Carballo. Pero ayer conocieron al heredero del lesionado español. De hecho, Deferr ha hecho más que Carballo y Joaquín Blume juntos en unos Juegos Olímpicos: se ha colgado una medalla del cuello, la primera de la gimnasia masculina.

25 sep 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

El insolente joven de 19 años fue más insolente en su primer salto. Clavó los pies, como el hierro a un imán, y los jueces no dudaron en recompensar su brinco con 9.800, un diez psicológico en los tiempos que corren. Mientras su segundo salto (con base de paloma) fue calificado con 9.625, sus rivales, por contra, saludaban a los jueces después de levantarse del suelo. Sólo el español había derrotado a la gravedad y se desquitaba de su fracaso en la modalidad de suelo. «Este oro va dedicado a la gente que se alegró de que no estuviera en suelo», recordó ante las cámaras (¿con rencor?). «Es para flipar», añadió con un vocabulario más propio de su edad. «Me decían que era un macarra _comentó en alusión a su gran tatuaje en el vientre_, pero ahora ya pueden decir que soy campeón olímpico». Si Deferr pudo rectificar su mala fortuna con un oro, Esther Moya volvió a sumar en suelo otro diploma, de esos de papel que pesan menos que el bronce. No obstante, aún puede subir al podio después de detectarse el positivo de la rumana Raducan. Si la gimnasia dio una de cal y otra de casi cal, el atletismo dio una grande de arena, la misma en la que se enterró Yago Lamela antes de los ocho metros. El asturiano, llamado a ocupar el segundo cajón del podio al lado del cubano Pedroso, no superó la primera fase. Fue el gran fiasco español de una jornada en la que los que estaban mal empeoraron, entiéndase, el equipo de Lolo Sainz, que ante Australia sumó su cuarta derrota tras una excelente primera parte (pero siguen siendo las segundas mitades las que dan o quitan triunfos). En los 1.500 metros, el triunvirato español continúa adelante tras la primera fase. Redolat, Higuero y Andrés Díaz se mostraron intratables, el gallego con pequeños atascos de gripe, aunque sin repercusión en sus piernas. En tenis, la armada invencible emuló a la enviada por Felipe II: todos se hundieron, y las únicas raquetas españolas supervivientes serán las de Costa y Corretja en lucha por el bronce de dobles conta los sudafricanos.