Tal y como Lorenzo da Ponte recuerda en Io, Don Giovanni a Casanova: «Un instante de vida terrenal vale más que toda la eternidad», Saura parece haber adoptado esta filosofía. Y sigue trabajando con la misma independencia y un criterio exquisitamente personal -solo tras los furibundos ataques a Cría cuervos pensó en abandonar-. Ese mimo por las cosas bien hechas, su pasión y su genio discretos y su vocación innovadora hizo por ejemplo que un hombre tan cotizado como Vittorio Storaro colaborara con él (Flamenco, Taxi, Tango, Goya en Burdeos, Io, Don Giovanni y Flamenco, flamenco) fijando unos honorarios muy asequibles, cuando cineastas como Bernardo Bertolucci y Francis Ford Coppola hubieron de renunciar a los caros servicios del director de fotografía romano.
Este lunes 19 de agosto (con Carmen, a las 19 horas) comienza un ciclo sobre su cine musical en Afundación, que proseguirá cada lunes: Tango (26 de agosto), Bodas de sangre (2 de septiembre), Io, Don Giovanni (9) y Fados (16). En cuanto al programa del CGAI, se proyectarán Llanto por un bandido (copia completa sin los cortes de censura, recuperada el año pasado; será el 10 septiembre a las 20.30 horas), La caza (día 11, a las 18 horas), El Dorado (11, a las 20.30), Cría cuervos (12, a las 18), ¡Ay, Carmela! (12, 20.30), Deprisa, deprisa (13, a las 18) y Goya en Burdeos (día 14, 20.30).