«La saga/fuga de J.B.», epopeya de Galicia

CULTURA

«Distinguished professor». Torrente Ballester, retratado durante su estancia a finales de los 60 en EE.UU., invitado por la Universidad del Estado de Nueva York para enseñar Literatura Española en el campus de Albany.
«Distinguished professor». Torrente Ballester, retratado durante su estancia a finales de los 60 en EE.UU., invitado por la Universidad del Estado de Nueva York para enseñar Literatura Española en el campus de Albany. Instituto Cervantes

El 20.º aniversario de la muerte del autor ferrolano Gonzalo Torrente Ballester, que se cumple el 27 de enero, anima el rescate del olvido de una obra que es buque insignia de la novela española del siglo XX

27 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Un día como hoy de hace veinte años, en la fría madrugada salmantina del 27 de enero de 1999, fallecía Gonzalo Torrente Ballester. El 20.º aniversario de su muerte ha servido para que reviva el interés editorial por la obra del escritor ferrolano. Es el caso de La saga/fuga de J.B., que inaugura una nueva colección literaria del sello Alianza, que rescata así del olvido una novela que es buque insignia de la narrativa española.

Torrente Ballester residía desde agosto de 1966 en Albany, en el estado de Nueva York, en cuya universidad impartía, como distinguished professor, clases de Literatura Española. Y allí, en 1968, recibió dos visitas de sendos amigos españoles que habían de tener una notable importancia para el escritor. La primera fue la de Josep Vergés, su editor en Destino, que le había publicado sus novelas anteriores y cuyo poco éxito comercial no había logrado disminuir la gran confianza que tenía en el autor ferrolano. Torrente le entrega el manuscrito de la recién terminada novela Off-side, y Vergés lo anima a empezar otra, ese proyecto del que le ha hablado tanto, y le promete que se la publicará «salga como salga». Es el espaldarazo que el escritor necesita para afrontar la redacción de lo que se iba a llamar Campana y piedra y acabó titulándose La saga/fuga de J.B.

Primera redacción en gallego

La otra visita importante, unos meses más tarde, es la de Ramón Piñeiro, al que le cuenta el proyecto literario que tiene en la cabeza. Y Piñeiro, al conocer la materia gallega que Torrente pretendía abordar, al intuir todo el componente mítico de la cultura de Galicia que el autor manejaba, le pidió al narrador que la escribiese en gallego, la lengua adecuada para dar expresión a ese mundo galaico, a esa epopeya. Y Torrente le hizo caso, lo intentó. Según comentó muchas veces, en público y en privado, empezó la redacción de la novela en gallego, llegó a escribir a máquina cincuenta folios, pero acabó desistiendo. Decía que su relación con el gallego, como les sucedía a muchos hombres y mujeres de su generación, era incompleta. Podía hablarlo (de hecho, lo hacía sin problemas), pero su lengua literaria, decía, aquella en la que se había formado como lector y escritor, era el castellano.

No se sentía con conocimientos, ni ya con fuerzas, para ensayar una experiencia nueva -y de tanta complejidad como la que tenía pensado afrontar- en otra lengua que no fuese el castellano. Y para desdramatizar el tema, siempre terminaba con este guiño a su ciudad natal: «En realidad, tampoco escribo en castellano exactamente, sino que lo mío es escribir en ferrolano». En todo caso, hubo muy pocos escritores que entendieran y recrearan tan profundamente y con tanto talento el alma de Galicia, su memoria y su identidad más íntima, como lo hizo Torrente. Y esta novela es un ejemplo evidente.

La saga/fuga de J.B. (1972), habiendo tenido éxito, especialmente entre la crítica y los teóricos de la literatura, no alcanzó entre el lector medio la difusión que merece. Una razón, sin duda, es que se trata de una obra destinada a un lector culto, que conozca la historia real y mítica de Galicia. Y otra, quizá más importante, es la de ser una novela que nace sin ningún referente en la tradición literaria española de los años precedentes. No se sabe con quién relacionarla, no existen precedentes de una narración así, tan novedosa, desenfadada, de estructura compleja y de expresión tan brillante y lúdica.

La novela española, desde la afortunada publicación de La colmena (1951), de Camilo José Cela, se hallaba sumida en una mediocridad absoluta en esa época, a lo largo de los años 50 y 60. Todo era un desierto literario. Por eso, La saga/fuga de J.B., que sale de la nada, resultó tan extraña al lector de entonces, que no fue capaz de enfrentarse a las 585 páginas que tenía la edición de Destino con la debida calma y curiosidad. Disfrutar de algo nuevo y distinto siempre produce extrañeza.

A la diestra de Cervantes

Pero quienes la entendieron y disfrutaron se dieron cuenta de que esta obra colocaba a la novela española en la línea de modernidad y renovación que habían emprendido ya en los años 20 y 30 del pasado siglo los grandes novelistas europeos y americanos. La saga/fuga de J.B. es la novela más importante que se ha escrito en español en la segunda mitad del siglo XX. Y a esta conclusión llegaron los críticos y escritores que intervinieron en un congreso que se celebró en el 2002 en la Universidade de Vigo -para conmemorar los 30 años de la publicación de aquel libro-. Un congreso de tres días para hablar ¡solo de una novela! Muy pocas obras -exceptuando el Quijote- ofrecen tanta materia para hablar de ella y diseccionarla de principio a fin. En este encuentro estuvo José Saramago, quien no tuvo reparos en señalar que únicamente por esta novela, Gonzalo Torrente Ballester merecía estar sentado a la diestra de Cervantes. Lo dijo un Nobel de literatura, que algo de esto debía saber.

El escritor Andrés Barba dice que el libro compone «un retablo evidente» de la sociedad y la cultura españolas de los años de la posguerra

H. J. P.

«De todos los disparates que el lector que suscribe ha leído en este mundo, este es el peor. Totalmente imposible de entender, la acción pasa en un pueblo imaginario, Castroforte del Baralla, donde hay lampreas, un cuerpo santo que apareció en el agua y una sarta de locos que dicen muchos disparates. De cuando en cuando alguna cosa sexual, casi siempre tan disparatada como el resto, y alguna palabrota para seguir la actual corriente literaria. Este libro no merece ni la denegación ni la aprobación, la denegación no encontraría justificación y la aprobación sería demasiado honor para tanto cretinismo e insensatez. Se propone que se aplique el SILENCIO ADMINISTRATIVO». Dice Andrés Barba, y tiene toda la razón, que -escrita con bastante más gracia- esta reseña del censor franquista sobre La saga/fuga podría formar parte de la propia novela. El ensayista, traductor madrileño, que elaboró el prólogo para la edición de esta obra de Gonzalo Torrente Ballester que el 21 de febrero lanzará el sello Alianza, señala la miopía del redactor del dictamen, que no fue capaz de ver que se hallaba ante un libro en el que el asunto de «la identidad nacional» no solo estaba en juego sino que reinaría «en la primera línea de la literatura política española de todos los tiempos».

Al margen de su calidad, su invención, el dinamismo de su estructura y el alarde de su destreza técnica -elogia Barba-, esta narración es un milagro, «una encarnación del espíritu gallego y uno de los retratos espirituales más incuestionables de nuestro país (sea eso lo que sea, el espíritu y el país)». Pese a que los pilares de La saga/fuga de J.B. son la libertad, la imaginación y el humor, el prologuista incide en que Torrente mira en esta novela a autores como Swift, Sterne, Quevedo, Cunqueiro y Perucho para componer «un retablo evidente» de la sociedad y la cultura españolas de los años de la posguerra.