Tras la polémica en Oleiros: por mis banderas no me conoceréis

PADERNE

ANGEL MANSO

De los veinte municipios que componen la comarca coruñesa, solo seis (Cambre, Culleredo, Curtis, Irixoa, Paderne y Sada) tienen tanto la bandera como el escudo aprobado oficialmente por el Consello de la Xunta. No es obligatorio tener emblema pero, si lo tienen, deben homologarlo

07 oct 2019 . Actualizado a las 23:53 h.

Los expertos en vexilología -disciplina que estudia las banderas, pendones y estandartes- tienen su propio lenguaje. Esta es la descripción del escudo oficial del concello de Paderne, el más antiguo de la comarca, aprobado en el año 1967: «De azur, el puente de tres arcos sobre ondas de plata y azur, sumado de un jabalí, pasante, de sable, y dos veneras en el jefe. Al timbre, corona real». Observamos que hay un jabalí errante que pasa por encima de un puente de tres arcos y que, en lenguaje vexilológico, el azul oscuro se llama azur. También hay un jefe que, sin duda, refiere a la cabeza o parte alta del escudo de armas (RAE dixit), que es donde colocan en Paderne las dos vieiras de peregrino, señal de que por este municipio discurre el Camino Inglés. Lo del porco bravo es porque Fernán Pérez de Andrade, O Bo, mandó construir un puente sobre el río Lambre, que finalmente llegó a ser conocido como a Ponte do Porco. Fue en este lugar donde sucedió un trágico accidente que marcaría para siempre a los Andrade (el jabalí es el símbolo de su linaje) y que se conoce como la leyenda de Roxín Roxal.

Como acabamos de comprobar, entre los blasones de los municipios de la comarca hay mucha historia y gran cantidad de elementos reconocibles, como el salmón del escudo de Coirós, el báculo del de Sobrado o el elegante navío que surca la insignia de Sada, aprobada en el año 2011.

«Elegir un escudo o una bandera para representar a un municipio es un procedimiento reglado que tiene que hacerse conforme a unas determinadas disposiciones», aclara el periodista Fernando Ramos, experto en protocolo y comunicación. «Imagínese que se les da por poner una barbaridad. Es de sentido común que no pueda cada ayuntamiento hacer lo que le dé la gana».

La competencia exclusiva en materia de adopción, modificación o rehabilitación de los emblemas heráldicos de los ayuntamientos corresponde, a día de hoy, a la Comisión de Heráldica de la Xunta de Galicia. Y, normalmente, los escudos se suelen vincular a elementos relacionados con la tradición histórica del concello.

Rafael Vidal, presidente de la Asociación de Protocolo de Galicia, explica que «no es obligatorio tener emblema pero, si lo tienen, deben homologarlo. Todos los diseños tienen que haber pasado por la Comisión. Y su dictamen es preceptivo y vinculante».

La polémica saltó en Oleiros cuando, tras una denuncia del PP por considerarla castrista, la Xunta ordenó al concello no usar la bandera que había aprobado el pleno municipal en el año 2005. «Un alcalde puede decidir la toma de la Bastilla si quiere, pero lo que no puede es hacer cosas disparatadas como inventarse una bandera e imponer esa bandera sin que sea aprobada por el órgano superior que decide la heráldica de la comunidad», dice, contundente, Fernando Ramos.

Ni Oleiros ni Betanzos ni Coruña

Lo cierto es que ni Oleiros, ni Betanzos, ni A Coruña tienen escudo y bandera validados oficialmente, según la Xunta de Galicia. Y de los veinte municipios que componen la comarca coruñesa, solo seis tienen tanto la bandera como el escudo homologado. Se trata de Cambre, Culleredo, Curtis, Irixoa, Paderne y Sada. Casi todos los demás poseen solo escudo.

A decir verdad, de nuestros concellos vemos más su logotipo en la papelería oficial que otra cosa. Algunos, incluso, simultanean el logotipo y el escudo, uno a cada lado, como queriendo reafirmar su imagen. Los que tiran más del logo, ya sea en su página web o en sus redes sociales, es como si te estuvieran diciendo: «Ah, nosotros nos hemos modernizado, eh, somos un municipio que va con los nuevos tiempos. Tenemos escudo oficial pero solo lo sacamos a relucir en el salón de plenos». A veces, parece que nos queman las banderas como si fueran esteladas o ikurriñas.