La estructura se abrió en los años 70 cuando el parque móvil de la ciudad y su entorno era notablemente inferior al actual. A Pasaxe es, con diferencia, la principal vía de entrada a la ciudad y aporta tráfico a Alfonso Molina y a la Avenida da Pasaxe. En las horas punta y también en los días de playa -cuando los coruñeses ponen rumbo a los arenales de Oleiros- es habitual que allí se registren retenciones, al igual que cuando algún accidente estrangula un paso sobre la ría que se ha quedado estrecho.
La ampliación del puente, con todo, no es un hecho aislado. Se planeó en paralelo a la de Alfonso Molina, vía que también se satura con regularidad y que, pese al alivio de la tercera ronda y el de la Avenida da Pasaxe, sigue siendo la arteria de acceso más transitada de la ciudad, con 120.000 vehículos diarios, una intensidad media que la sitúa entre las carreteras con más tráfico de España. Ese proyecto sigue pendiente y acumula retrasos y problemas derivados de la dilatación de los plazos. Por una parte, se pueden perder los cerca de 10 millones que iba a aportar Audasa, por la otra, las diferencias entre el Ayuntamiento y el ministerio han dejado la obra en la nevera durante dos años.
Fomento tiene previsto sacar a exposición pública el proyecto de ampliación de esa vía este mes. Deberá pasar ese trámite antes de que puedan adjudicarse las obras. El verano pasado Fomento y el gobierno local sellaron un acuerdo, pero después María Pita pidió nuevos cambios que no quiso el ministerio y que podrían parar otra vez el plan.