«Dispárame, prefiero morir a que me vuelvan a encerrar», dijo a los agentes el atrincherado en la calle Real de A Coruña

R.D. SEOANE A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

El detenido por violencia machista, que se autolesionó, se atrincheró en una habitación con un cuchillo y amenazó con agredir al que entrase

06 ene 2020 . Actualizado a las 10:38 h.

Hasta seis coches patrulla de la Policía Nacional se desplegaron este domingo en la calle Real para intervenir en una alerta por una persona encerrada en una habitación, muy violenta, armada con un cuchillo y que amenazaba con agredir a quien entrase, según confirmaron fuentes oficiales, después de una pelea con su pareja. El suceso se inició alrededor de las 9.30 horas en el tercer piso del número 65 de la calle Real, una vivienda en cuya entrada podía verse el rastro de sangre de las heridas que, al parecer, se autoinfligió el hombre, que fue trasladado por una uvi móvil del 061 al Chuac custodiado por un vehículo del 091. 

Los vecinos del inmueble confirmaron que el operativo policial, hasta una decena de agentes con escudos, utilizó gases lacrimógenos para poder acceder hasta donde se encontraba atrincherado el hombre, que se causó diversos cortes, e incluso aseguraron que habían escuchado lo que parecían dos disparos para descerrajar la puerta.

«El hombre le decía al policía 'dispárame, dispárame, prefiero morir a que me vuelvan a encerrar», relató uno de los testigos sobre la intervención, en la que los agentes trataron de convencer al sujeto, visiblemente alterado, para que soltase el cuchillo y desistiese de su actitud. «La policía le decía que tirase el cuchillo, que estaba aquí su madre, y se la oía llorar», contaron. 

Al parecer, la actitud agresiva se había iniciado con anterioridad, en la discusión familiar y con el hombre ya camino del hospital los agentes permanecieron todavía largo tiempo en el domicilio, recogiendo pruebas y testimonios. Entre ellos, el de la presunta víctima. No se encontraba en la casa, sin embargo, al menos uno de los menores, un adolescente de 16 años, que según barajaba la policía vivía en el piso de la calle Real. 

Aunque la vivienda en la que se produjo es un piso que está alquilado en el que «entra y sale mucha gente», los residentes aseguraban que el episodio se inició sin haber percibido ninguna discusión previa y tampoco pudieron precisar si el individuo vivía en la vivienda o estaba de paso. Sin embargo, el hombre fue trasladado al hospital custodiado por la policía por un posible delito de violencia de género. 

A consecuencia de la intervención, los sanitarios de emergencias tuvieron que atender al hombre y apoyaron a los agentes con irritación ocular por los gases, que provocaron también leves molestias en los ojos y tos a algunos vecinos.  

El despliegue de medios por el incidente mantuvo en alerta durante buena parte de la mañana a los muchos paseantes que transitaban este domingo, víspera de Reyes, por la céntrica vía, punto neurálgico del comercio coruñés.