La ocupación hotelera crecerá cinco puntos este verano, hasta el 80 %

CLÁUDIA MORÁN A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

IRIA VILAS

El puente, con algunos establecimientos al 100 %, augura una buena temporada

24 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Llega la última semana de julio y, con ella, el inicio de la temporada alta del turismo en A Coruña. El sector hotelero ya ha notado un incremento en su volumen de reservas para este puente, mientras que los hosteleros aguardan la llegada de agosto, cuando mayoritariamente aterrizan los clientes que vienen de fuera de la ciudad.

La ocupación hotelera rondará el 85 % al final del puente del Apóstol, según reflejan los datos de la Asociación Empresarial de Hospedaje de A Coruña (Hospeco). Hoteles como el Meliá María Pita o el NH Atlántico han cubierto el 90 % de sus habitaciones, mientras que al Finisterre no le queda ni una sola libre.

El presidente de Hospeco, Rafael Benito, señala que las previsiones para los meses de julio y agosto superan las del pasado verano. «Estimamos que la ocupación crecerá un 5 % con respecto al año pasado, que fue del 75 %». En efecto, los principales hoteles de la ciudad calculan que en julio y agosto alcanzarán el 85 % de ocupación, como es el caso del Riazor y el Plaza, y algunos cuentan incluso con superarla, como el NH Atlántico, el Meliá y el Finisterre. Rafael Benito añade que solo el Meliá, el NH y los dos Hesperia concentran «la mitad de las habitaciones».

«Se ha hecho un buen trabajo de promoción desde el Ayuntamiento y la Xunta», explica Benito, quien añade que la ciudad está «rodeada de mar, y eso ayuda mucho, además de que lugares aledaños como Oleiros son también muy atractivos». Además, califica el servicio de «excelente, con todos los hoteles nuevos o con reforma reciente», y destaca su «maravillosa restauración» como uno de sus «parámetros de calidad fundamentales».

El perfil del turista, en las rutas

Una de las ofertas de turismo que mejor está funcionando en A Coruña son las ocho rutas de Turismo Coruña, todas gratuitas, para conocer la ciudad y su historia. A la del Monte de San Pedro, la Torre de Hércules o el Palacio Municipal de María Pita se suman las visitas nocturnas por la Ciudad Vieja y el cementerio de San Amaro y las guiadas por personajes históricos como el general británico sir John Moore o el almirante Antonio de Hevia Pumariño.

La organización señala que en verano aumentan los participantes en las visitas, tanto en número como en diversidad de origen: destacan madrileños, catalanes, vascos y andaluces, pero también ovetenses y vallisoletanos. En cuanto al público extranjero, predominan los británicos, los argentinos, los italianos y los alemanes. Subraya, además, que estas visitas son un baremo más que fiable para definir el perfil del turista medio en A Coruña.

Los cruceros apuntan alto

La Autoridad Portuaria prevé que durante los meses de julio y agosto llegarán unos 11.120 turistas en los 8 cruceros que atracarán en la ciudad. Teniendo en cuenta la estimación del Puerto sobre los cruceristas que pasarán por la A Coruña a lo largo de todo el 2016, esto supone que cerca del 8 % de los pasajeros que nos visitarán este año lo harán en julio y agosto.

El porcentaje no es muy elevado ya que, tal como explicó la institución portuaria esta semana, el turismo de cruceros se ha desestacionalizado y los meses de temporada alta corresponden actualmente a mayo y septiembre.

En cuanto al impacto económico, la Autoridad Portuaria calcula que los turistas de cruceros aportan unos 10 millones de euros al año en la ciudad, algo que, trasladado a los meses de verano, supondría que desembolsan unos 800.000 euros en la época estival, algo menos de 50 euros de media por persona.

El transcurso del verano dirá si el turismo tiene la misma repercusión en la hostelería local, que suele notar los primeros síntomas de mejoría en agosto.

Los hosteleros, esperanzados por la afluencia de visitantes en el mes de agosto

Según las previsiones de la Asociación Provincial de Hostelería de A Coruña, el impacto del turismo y las fiestas de verano en el sector hostelero de la ciudad se mantendrá con respecto al año pasado, pero según su presidente, Héctor Cañete, no empezará a notarse hasta agosto. «El mes de julio no es fuerte para la hostelería en A Coruña, la ciudad se vacía», señala, y añade que «en la primera semana de agosto ese vacío se suple con la llegada de gente de fuera».

El presidente de la asociación de hosteleros es prudente y prefiere no entrar en estimaciones de gasto por persona en el sector durante el verano. «En A Coruña no terminamos de despuntar a nivel turístico y el gasto del visitante en restauración es pequeño, aunque todo suma y hay que agradecerlo», opina Cañete, quien considera que el verano «no tiene pinta de que vaya a ser mucho mejor porque la situación económica es la que es. Creo que mantendremos el nivel y, si crecemos un poquito, genial».

La opinión sobre las fiestas

Cañete recibe con los brazos abiertos el programa de fiestas de verano en la ciudad, ya que «es muy importante para el sector», aunque para él «no todas las fiestas son iguales». Por un lado estarían los eventos «de ocio que no suponen una competencia para la hostelería local». En este grupo se enmarcarían las Fiestas de María Pita, del 1 al 28 de agosto, que consiguen reunir a miles de personas en el centro, del mismo modo que la regata Tall Ship Races, del 11 al 14 de agosto, que además será el puerto final de la competición náutica.

Mención aparte merece para Héctor Cañete la Oktoberfest, que permanecerá en la explanada del Palexco hasta el 31 de julio. El presidente de la asociación de hosteleros señala que la empresa organizadora «es oportunista» porque «viene a A Coruña en temporada alta y el dinero que recauda se pierde para la ciudad». No es la primera vez que Cañete critica este evento, que lleva celebrándose cada verano desde hace seis años.

En el medio se situaría la Feira das Marabillas, situada en la Ciudad Vieja y cuya vigesimosegunda edición finaliza mañana. «De momento es positiva, aunque es cierto que cada vez hay más venta de comidas y bebidas, lo que la convierte en competencia», indica Cañete, pero prefiere dejarla «un poco en el limbo» porque afirma que «hay locales de hostelería que salen beneficiados y otros que no».