Desde la rotonda se forman desde el miércoles largas colas hasta Montrove
13 sep 2024 . Actualizado a las 09:11 h.La obra del Sol y Mar ha mejorado la calidad de vida de los vecinos de este tramo de Perillo. El túnel garantiza fluidez en el tráfico de la AC-12, la vía principal que entronca con el puente de A Pasaxe. Pero ha bastado el inicio del curso escolar para comprobar que este proyecto millonario no corrige todos los males en la circulación de la zona. Desde el miércoles, los vehículos que bajan por la avenida de Rosalía de Castro y el alto de Perillo vuelven a quedarse atrapados entre las ocho y las nueve y cuarto de la mañana durante largos minutos.
El origen se encuentra en la propia AC-12, en el carril auxiliar con sentido A Coruña. La densidad de tráfico del túnel a esas horas obliga a los coches procedentes de la rotonda a esperar más de lo habitual en el ceda el paso, lo que poco a poco va afectando a este tramo, a la rúa Areal, a los que proceden del alto de Perillo y la avenida Rosalía de Castro, contagiando la parálisis de vehículos hasta Montrove.
La vuelta a las aulas ha desvelado así este contratiempo entre muchos vecinos, principalmente de Oleiros y Sada. Para la Policía Local, se están reeditando los problemas habituales, que ya había antes incluso de las obras, unos trabajos que duraron tres años e intensificaron los atascos. «También hay muchos que vienen por la costa y, para evitar el atasco de Santa Cristina, suben por el alto de Perillo y luego se encuentran con otro colapso que puede ser peor», señalan fuentes policiales de Oleiros.
La rotonda de Lucín, un glorieta de diámetro mínimo, es uno de los nudos gordianos a primera hora de la mañana de los días laborales con la activación de la vida escolar.
No hay operativos especiales de tráfico en los colegios más cercanos a estos puntos, como son el CEIP Valle-Inclán y el instituto Neira Vilas. Por contra, en las horas punta sí es habitual ver patrullas en los centros escolares de Bastiagueiro, A Rabadeira o el instituto de Santa Cruz, el IES Isidro Parga Pondal. «La avenida Rosalía de Castro siempre tuvo una densidad muy alta de tráfico, estos días, mucho más, pero a partir de las 9.15 o 9.30 horas ya se despeja», apuntan las mismas fuentes.
Para algunos conductores, la imagen matinal de estas jornadas en el Sol y Mar supone una fuerte decepción. «Llevamos años tragándonos unos atascos increíbles por las obras, yendo incluso a dar la vuelta a Cambre, para que ahora sigamos como antes, solo está funcionando el túnel», se quejaba este jueves un vecino de Perillo.
Tres de los cuatro carriles subterráneos se abrieron al tráfico el 22 de diciembre del año pasado. Pero en el Sol y Mar aún quedaban por delante muchos meses de trabajo para completar la obra, que incluyó el arreglo de varias calles a petición del Concello ante el Gobierno central. Eso, más el encarecimiento de los materiales, elevó en dos millones de euros el coste total del proyecto, hasta los 11,8. La rotonda y todo el entorno se abrió al tráfico definitivamente, y con una gran inauguración, el 20 de junio.