Un mes de cierre del subterráneo de Os Mallos, en A Coruña: «Los hay que aparcan en Oleiros o Cambre»

m. m. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Eduardo Pérez

El céntrico aparcamiento lleva clausurado desde el incendio registrado el pasado 26 de diciembre, que calcinó tres turismos y afectó a otros 200 vehículos. En total, 462 de las 512 plazas están en concesión y las 50 restantes se explotan como párking público

25 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«Esto es desesperante. Hay gente que va a aparcar el coche a las afueras, cuando digo afueras me refiero a Oleiros o Cambre, y después vienen hasta la ciudad en el autobús metropolitano», cuenta José Manuel González, el presidente de los propietarios de las plazas del subterráneo de Os Mallos ( A Coruña). El aparcamiento, situado en la ronda de Outeiro, en las inmediaciones de la estación de tren, lleva clausurado y sin actividad casi un mes. Desde que a las 23.00 horas del pasado 26 de diciembre las llamas arrasaron varios vehículos.

«Mientras la unidad científica y judicial de la Policía Nacional de Madrid no se pronuncie, no podemos hacer nada. Y allí hay cola para atender estos casos, estamos en lista de espera», admite impotente José Salgado, al frente de la instalación desde hace 20 años.

Según explica Salgado, hay dudas, «y batallas entre los seguros», por esclarecer qué coche fue el causante del incendio que afectó a un total de 200 vehículos estacionados y calcinó completamente a tres, dejando a un cuarto turismo seriamente dañado.

«Ahora mismo en el párking solo están estos tres coches y otros seis por los que todavía no han venido sus dueños. La policía, según me han trasladado, tiene que averiguar cuál de los dos coches sospechosos fue el foco de las llamas. En las cámaras de seguridad solo se ve un chispazo», detalla Salgado.

462 plazas de concesionarios

Desde el suceso ha pasado ya casi un mes y los que tienen en Os Mallos una plaza o se acercaban a este punto de la ciudad para hacer compras u otras actividades carecen de un aparcamiento donde dejar estacionados sus vehículos. «Esta es una zona muy complicada para aparcar en la calle. Más todavía desde que comenzaron las obras de la estación intermodal. Lo que proponemos es que se pueda acceder, al menos, a la parte que no estuvo afectada por las llamas», expone José Manuel González.

En total, 462 de las 512 plazas del aparcamiento de Os Mallos están en concesión. Una es la suya. Las 50 restantes son las que se explotan como párking público.

«Ya hice demasiadas cuentas y esto no me sale. Cada día tenemos pérdidas. El aparcamiento tiene que estar abierto, pero no podemos cerrarlo ni tampoco utilizarlo. Están los gastos de la luz, los motores y el personal. Aquí trabajan seis personas», apunta el gerente de la instalación que en su día fue promovida por los propios vecinos y concesionarios de las plazas. «El Ayuntamiento por ahora no nos ha adelantado nada. No hemos podido ni limpiar», apostilla el gerente.

Los tres coches calcinados están vallados y el resto de las dos plantas permanecen desérticas, a excepción de un grupo de cinco vehículos que siguen dentro. «A los propietarios solo nos dieron permiso para entrar a sacar nuestros coches», aclara González.

Él, destaca, es de momento un afortunado: «Mi coche sigue en el taller por los daños que le provocó el incendio. Me lo entregan la próxima semana. Aquí cada uno se las está arreglando como puede, y no es sencillo».

En cuanto a los dos turismos investigados, ambos están en plazas nominativas, de concesionarios, «lo que pasa es que muchos las alquilan», añade Salgado. El gerente del aparcamiento cuenta que no sospecha que el suceso fuese provocado. Con todo, la última palabra la tienen los resultados que arrojen las pruebas científicas de la policía.