Un arquero ayuda a minimizar la población de esta especie en la comarca
15 may 2023 . Actualizado a las 00:24 h.«Pon mis iniciales, los ecologistas me tienen frito». A lo largo y ancho de Galicia se hacen batidas para reducir la población del jabalí, pero parece que el arco y las flechas que usa J.C., residente en A Coruña, despiertan más recelos entre los defensores de los animales. Mantiene un sistema ancestral para cazar jabalíes, con esperas nocturnas, agazapado en árboles o matorrales aguardando la aparición de alguno de esos ejemplares que ya hace tiempo que conviven en los extrarradios de las poblaciones, causando daños agrícolas y generando serios peligros en el tráfico.
«Ya llevo unos 15 jabalíes en lo que va de año», espeta J. C., para quien no todo vale a la hora de disparar. Asegura que solo apunta a machos, que respeta las hembras y los pequeños jabalíes. «Si matas a la madre, los pequeños quedan desorientados y provocan más destrozos, yo solo mato machos adultos, cuando lo haces la piara se traslada de sitio y deja de provocar daños en la zona denunciada».
Porque ese es el protocolo: unos vecinos denuncian perjuicios ante la Xunta y esta autoriza batidas, esperas o dispersiones. «Para estos casos el arco es más eficaz y menos molesto que las escopetas, pero estamos comprobando que hay una población enorme», añade este cazador que se mueve principalmente por los tecores de Cambre, Oleiros y Sada, «y también en zonas libres». Ahora la caza esta prohibida hasta agosto, y solo los permisos concretos pueden hacer que vuelva a camuflarse y pasarse jornadas hasta las dos o tres de la madrugada.
—¿Y a dónde les apunta?
—Al corazón o a los pulmones. Zonas vitales que les hagan caer a los pocos metros.
Los cazadores con arco son tan sigilosos que un mismo arquero puede matar dos ejemplares en el mismo escenario y la misma noche. «Depende de la tranquilidad que tengan los animales en ese momento», explica. El jabalí puede caminar 50 kilómetros en una noche, por eso es muy importante estudiar bien previamente los lugares idóneos de las esperas.
La caza que se hizo viral después de que la policía grabara ocho ejemplares en fila india
Todo empezó con un vídeo grabado por un agente de la Policía Local de Cambre en el 2016. Ocho jabalíes desfilaban ante su teléfono en perfecta fila india cruzando las calles de O Temple. El vídeo se multiplicó por la redes y después de las risas llegaron las preocupaciones. La piara podía causar daños a personas. Así que la Xunta autorizó una batida para eliminar esta estampa urbana, una batida en la que participaron tres arqueros que tenían potestad para cazar cuatro ejemplares. Fue el mismo método que semanas antes se había utilizado en el recinto de Navantia, en Ferrol, cuando un jabalí se coló en las instalaciones. En el caso de Cambre, los tres se repartieron por una zona fronteriza con Oleiros no muy lejos de algunas casas. Entonces desvelaron que, en esperas de este tipo, si entran ganas de orinar «hay que hacerlo en una botella para que los jabalíes no les descubran por el olor». Todo cuidado fue poco. Pasada la medianoche un coche hizo sonar un claxon junto a las casas. Ese fue el fin de la jornada.