Tomate y pollo, lo primero que desaparece del supermercado en A Coruña

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Angel Manso

Establecimientos de la ciudad confirman un alza generalizada en los precios de los productos de alimentación

21 mar 2022 . Actualizado a las 20:03 h.

Las tiendas y supermercados del sector de la alimentación de A Coruña sufrieron durante el fin de semana un abordaje por los ciudadanos sin precedentes, tan solo visto en las primeras semanas de la pandemia. Los lineales de productos frescos en grandes superficies se quedaron sin mercancía y se pudieron ver estanterías enteras vacías de carne, especialmente la de pollo y otras aves, frutas, verduras, pasta, arroz, azúcar, aceite, yogures, leche o conservas. Y, cómo no, también escaseó el papel higiénico. Portavoces del sector indicaron que a la situación de desabastecimiento de algunos productos o, por lo menos, la escasez de reservas en almacén por la huelga del transporte, se suma la avidez de los compradores por hacer acopio y llevarse a casa todo lo que pueden. «Así que un factor unido a otro, más el tiempo que es necesario para reponer toda la mercancía, hace que muchas estanterías se encuentren vacías», confirmó una trabajadora de un supermercado de la ciudad. En todo caso, comentó que si un producto no llega un día, puede que lo haga a la siguiente jornada. «La gente no debería comprar cosas que no necesita. Si hoy no hay pimiento verde, pues que compre del rojo. No pasa nada por improvisar un poco y cocinar adaptándose a los productos disponibles», añadió. Pidió a los clientes «tranquilidad» y que no llenen las neveras con productos que siguen disponibles en los establecimientos de todos los barrios.

Desde Vegalsa-Eroski, que ha pedido a la Subdelegación del Gobierno la escolta policial de sus camiones para que puedan distribuir productos en sus supermercados de A Coruña, indicaron que están haciendo un esfuerzo especial para mantener el abastecimiento en las tiendas. «Como último eslabón de la cadena de valor, estamos sufriendo una gran tensión en nuestra cadena de suministro que no solo afecta a los consumidores, sino también a nuestros proveedores locales, especialmente a los de productos frescos», reconocieron. Pero esta situación no solo afecta a las grandes empresas del sector, sino también a los pequeños comercios

Sebas Pazos, responsable de La Tienda de Lino, situada en la calle Novoa Santos, explicó que han notado un pequeño incremento estos últimos días de clientes que no son habituales. «Nos compran algo de fruta, verdura... pero especialmente tomate. Y lo hacen, al parecer, porque en los supermercados ya no hay», indicó. Además, el precio de este producto ha subido como la espuma en tan solo unas jornadas. Así, si el tomate raf estaba normalmente a 4,15 o 4,25 euros el kilo, ahora el precio llega a los 5,50. Y el tomate ibérico pasó de los 8 a los 10,50 euros el kilo. «Ha subido todo en general, pero también se nota con la lechuga. La ecológica, por ejemplo, antes se vendía a 1,40 euros el kilo y, ahora, a 2 euros», añadió. Confirmó que ellos también están notando problemas con el suministro de algunos productos y que, por ahora, afecta más a los que les proporcionan distribuidores gallegos o de cercanía, como el queso del país. «Nos llega fruta y hortaliza, en eso tenemos garantizado el suministro, pero es cierto que los precios son altísimos, desorbitados. Quizás algunos se están aprovechando de la situación, pero nosotros no queremos que ello repercuta en el cliente», comento con cierta indignación. Sebas Pazos indicó, sin embargo, que no tienen problema con otros productos que llegan del mercado nacional, como vinos o conservas, «pero en este caso es porque hacemos los pedidos cada quince días». Pidió a los consumidores que compren «con cabeza» y que sean «prudentes» ya que si no hay tomates, se pueden comer otros productos frescos y a mejor precio.

Por otro lado, Pazos indicó que han tenido que suspender los envíos fuera de la ciudad y a nivel nacional, aunque mantienen el reparto local a través del servicio de bicicletas.