Al compás del chacachá

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

En el tren Coruña- Ferrol podrían vivir noviazgos de los de antes, profundas relaciones acompasadas por la parsimonia con la que los vagones circulan hasta completar el recorrido en 1 hora y 18 minutos

03 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Me van a perdonar la paliza con el transporte público, que parezco una plataforma de afectados de un solo miembro. Pero conviene recordar, ahora que celebramos las nuevas conexiones de Alvedro con el mundo (bienvenidas sean) o contamos los meses que quedan para poder viajar en tren a Madrid con tiempos por fin competitivos con el avión, que existe un problema gravísimo para moverse sin salir de la provincia.

En aquel tren de lujo en que viajaba El Consorcio a Lisboa se declaraban apasionados amores con mayor velocidad que nos llevaba aquel exprés. Prueben a coger un tren desde la estación de San Cristóbal a Ferrol y podrán ya no sentir flechazos como los de Amaia y el galante portugués, o descubrir al amor de su vida con el cumplido revisor (que aquí, por cierto, no aparece ni como figurante). No, no: en el tren Coruña- Ferrol podrían vivir noviazgos de los de antes, profundas relaciones (me río yo de la fugaz conversación de Jesse y Celine en Antes del amanecer) acompasadas por la parsimonia con la que los vagones circulan hasta completar el recorrido en 1 hora y 18 minutos. Podríamos haber cogido el Alvia de las 20.16 para ahorrarnos... ¿4 minutos? ¿En serio, Renfe?

De las 2 horas y 55 minutos del viaje a Lugo mejor no hablamos: si David Lean hubiera pillado ese tren, habríamos tenido que padecer antes los épicos 222 minutos de Lawrence de Arabia frente a los escuetos y perfectos 85 minutos de Breve encuentro y entonces Celia Johnson y Trevor Howard no se habrían enamorado y Billy Wilder no se habría preguntado qué hacía el amigo que les prestaba el piso y nunca habría rodado El apartamento. Y esta, realmente, sería una tragedia que no nos podríamos permitir.