La limosna de un millonario

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

23 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La donación de diez equipos de protonterapia a la sanidad pública por la Fundación Amancio Ortega permite a España dar «un paso de gigante» que la pondrá «al nivel de Alemania» en este tratamiento contra el cáncer. No es que lo diga yo; son palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que agradeció «de todo corazón» el mecenazgo.

Hasta aquí, todo correcto. Impecable el aplauso de la máxima autoridad del país a un Amancio Ortega que se ha gastado una fortuna desde que en el 2015 empezó a impulsar su programa de apoyo a la renovación tecnológica en los hospitales. Pero como la memoria es más bien flaca, conviene recordar también las palabras del entonces líder de Unidas Podemos. Cuando, en junio del 2019, la fundación coruñesa donó a los hospitales públicos más de 300 millones en equipos de radioterapia y diagnóstico preciso del cáncer, Pablo Iglesias proclamó que no quería «limosnas de millonario» para nuestra sanidad, una muletilla que tanto él como otros miembros de Podemos vienen repitiendo cada vez que el señor Ortega prepara la chequera para echar una mano en materia sanitaria.

Sin embargo, el socio de gobierno del PSOE ha jugado al despiste en esta ocasión. Al principio, las limosnas millonarias no envenenaban las redes sociales, pero tras unas primeras horas de condescendencia con lo que Sánchez bautizó como «ejemplo de colaboración público-privada», Pablo Echenique y Lilith Verstrynge recuperaron su discurso antidonaciones, que revistieron con la contundencia necesaria para, de paso, desautorizar al presidente Sánchez.

Así, Ortega vuelve a ser ejemplo para unos y villano para otros en el bipolar Gobierno de nuestro país, un país que cada día tiene más recursos contra el cáncer.