La condesa gallega que se adelantó al ecofeminismo: «Las novelas de Emilia forman parte de una de mis asignaturas en University College»

Mila Méndez Otero
mila méndez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Tres continentes: Khaleb Salem (Academy of Arts, El Cairo), Carmen Pereira-Muro y Maya Edwards (Texas Tech University) y Gareth Wood (University College, Londres) son cuatro de los cien especialistas que participan en las jornadas del congreso internacional que acoge hasta el sábado la Fundación Barrié y que está dedicado a Emilia Pardo Bazán con motivo del centenario de su fallecimiento
Tres continentes: Khaleb Salem (Academy of Arts, El Cairo), Carmen Pereira-Muro y Maya Edwards (Texas Tech University) y Gareth Wood (University College, Londres) son cuatro de los cien especialistas que participan en las jornadas del congreso internacional que acoge hasta el sábado la Fundación Barrié y que está dedicado a Emilia Pardo Bazán con motivo del centenario de su fallecimiento ANGEL MANSO

Ponentes de Londres, Texas o El Cairo participan en el congreso internacional dedicado a la escritora gallega: «Emilia es bastante más conocida hoy que hace 25 años»

24 sep 2021 . Actualizado a las 08:28 h.

«Cuando llegué, la verdad es que pensé ‘‘¡qué barbaridad, es una legión, no un congreso!''», expresa abrumado el profesor de la Academy of Arts de El Cairo Khaleb Salem en un descanso del segundo día de las jornadas internacionales dedicadas a Emilia Pardo Bazán. Salem, responsable de la primera traducción al árabe del relato El indulto, comprueba estos días en A Coruña que, como ha escrito Paul Auster sobre el autor estadounidense Stephen Crane en su último libro, la llama de la condesa está lejos de apagarse. 

Solo en el día de ayer, una veintena de ponentes de diferentes universidades europeas, americanas y africanas ahondaron en las distintas capas que todavía hoy se están descubriendo de la literata coruñesa. «Mi proyecto académico y personal es que podamos traducir al árabe más obras de Pardo Bazán. Desde Los pazos de Ulloa, porque es un clásico, a Insolación, porque es la parte feminista de sus textos lo que más me interesa trasladar al árabe. Este congreso puede ser un punto de inflexión. Hacen falta pasos así. El Nobel de García Márquez multiplicó las traducciones a nuestra lengua de los autores hispanohablantes, de la misma forma que pasó aquí cuando un egipcio ganó el premio», cuenta Khaleb.

En clase en el Reino Unido

El profesor del University College de Londres Gareth Wood fue el encargado de inaugurar ayer las conferencias. La suya la dedicó a La Biblioteca de la Mujer de Bazán, una colección de 11 tomos con los que la condesa intentó llevar los ideales feministas a las mujeres de su tiempo. «Entre los tomos hay textos radicales como La esclavitud femenina», destaca Gareth. «Me pregunté cómo intentó conseguir que las lectoras españolas leyesen libros como ese o La mujer ante el socialismo, de August Bebel, y que ella se encargó, eso sí, de editar», matiza Wood. La respuesta la encontró en la propia colección. «Para atraer a su público lector mezcló estos títulos con obras más piadosas, como una sobre la vida de Sor María de Ágreda», sonríe el docente.

Como era de prever, los volúmenes «no tuvieron mucho eco» y después los intentó revivir con dos obras culinarias. Hoy, cien años después de su muerte, aseguró ante un auditorio con aforo completo que con novelas como La Tribuna o Memorias de un solterón «forman parte de una de mis asignaturas en University College, mis alumnas y alumnos tienen la oportunidad de explorar el primer auge de las ideas europeas del feminismo».

Cada relectura de muchos textos de la escritora coruñesa vislumbra un nuevo matiz. La investigadora Maya Edwards, de Texas, se queda con Insolación. «Su protagonista va aprendiendo y desaprendiendo emociones sobre su identidad femenina, algo que hoy, en este u otros contextos, seguimos experimentando», confiesa.

Ecofeminista

¿Es ecofeminista La madre Naturaleza? «Pardo Bazán no escribió pensando sobre tal teoría porque esta no apareció hasta los años 80 del siglo XX, pero, leída hoy, perfectamente podría ser haber sido el manifiesto del ecofeminismo del siglo XIX», desvela la profesora de la Texas Tech University Carmen Pereira-Muro, de origen gallego. «Escribió sobre la naturaleza desde una voz masculina, es decir, desde un punto de vista culto y científico, lo que entonces solo se asociaba a los varones, y lo hizo con un sentido premoderno de la naturaleza, como sagrada y todopoderosa. Esta novela de 1887 nos puede ayudar hoy a repensar problemas y desastres actuales. La violencia machista tiene una mentalidad de dominio y control que el patriarcado también ha impuesto al ecosistema», aclara Pereira-Muro.

El profesor Khaleb Salem, que ayer asistió como oyente, será hoy uno de los conferenciantes del tercer día del congreso. «Voy a hacer un paralelismo entre la figura de Pardo Bazán y la de Huda Sha'arawi, una intelectual y activista egipcia de finales del XIX. No son casos gemelos, Huda fue una feminista más luchadora, pero ambas eran de provincias, pertenecían a la clase alta, vivieron en sociedades que entonces eran muy parecidas y tuvieron un punto de luz en un viaje a París», avanza Khaleb Salem. Las ponencias seguirán destapando hoy más capas de la autora.

Susan Walter, profesora de la Universidad de Denver: «Pardo Bazán es bastante más conocida hoy que hace 25 años, algo que me satisface»

Lleva 25 años estudiando a la Pardo Bazán. Susan Walter es profesora de la Universidad de Denver .

-En su intervención habló también de la figura de Carmen de Burgos, más activista que Pardo Bazán en el movimiento feminista.

-Carmen de Burgos (1867-1932) es otra figura muy interesante, peleó más. Emilia (1851-1921) no pudo participar en un movimiento feminista como tal porque no existía a finales del siglo XIX. ¿Cómo sería si viviese unos años más? Esta es una buena pregunta, pero estoy convencida de que era feminista.

-¿Queda algo por descubrir?

-Muchas de sus obras tienen una primera lectura que cambia si indagas en ellas. Ves sutilezas en la técnica narrativa y te das cuenta de que, de manera sucinta, está haciendo crítica social. Prefirió hacerlo así porque vio que sus obras llegarían a las manos de más personas. Hoy se están redescubriendo muchos de sus textos y creo que eso ha incrementado el interés por ella, también en EE.UU. Es bastante más conocida ahora que hace 25 años, cuando comencé el doctorado, algo que me satisface porque le dediqué todo este tiempo.

-¿Se hizo más conservadora con los años?

-No sé si se hizo más conservadora o se desesperó un poco y se volvió más práctica y se acopló al momento. Se dio cuenta de que muchas de sus ideas eran totalmente vanguardistas. Además, quería ser canónica, y lo fue en el siglo XIX, algo insólito para una mujer. No quería perder ese espacio adquirido, aunque no evitó enfrentamientos, como con Clarín.