En esta ola los pacientes son más jóvenes y están menos días en el hospital. «Ayudó a que esto no explotara», dicen desde el Chuac

R. Domínguez

Hoy son menos que hace un año, pero tras todo lo vivido alguna pista hay de las probabilidades de acabar en el hospital si te toca un virus que ha reventado todas las estadísticas. En A Coruña, lo han sufrido desde un recién nacido a centenarios: 104 tenía el enfermo de más edad atendido hasta ahora en el Chuac. En doce meses, el perfil del paciente fue cambiando a medida que, a golpe de necesidad y experiencia, los sanitarios iban descubriendo cómo hacerle frente. Han variado los años, el tiempo de ingreso, el número de los que acaban en uci y también de los que ya nunca pudieron volver a casa: 564 personas solo en el área coruñesa.

En el Chuac, el centro que más enfermos ha tratado de Galicia, han revisado todos los casos desde el 2 de marzo del 2020, cuando entró el que dos días después se confirmó como el primer enfermo de covid-19 de la comunidad autónoma. Desde entonces y hasta el 8 de febrero, en el Hospital A Coruña y en el Virxe da Xunqueira la infección postró en una cama a 2.264 personas. «Hoy ya son 400 más», apuntaba ayer Pedro Marcos, director de hospitalización y urgencias del área sanitaria.

Con 27.898 contagiados desde que todo empezó, 1 de cada 10 acaba en el hospital. Pero no siempre fue así. En la primera ola ingresaron el 22 % de los casos activos. En la última, el 7 %. Y menos mal, de haberse mantenido el ratio inicial, no hubiera llegado todo el Chuac para tanto enfermo. Ahora, además, son más jóvenes. La edad media estaba en 70 años y bajó a 66, pero es que hasta el 35 % ya tienen menos de 60 cuando al inicio de la pandemia suponían el 24 %. Es solo una de las marcas de un virus que ha ido mutando para continuar atacando allá donde más fácil le resulta la invasión.

Aunque porcentualmente las hospitalizaciones han ido a menos, la última ola -la cuarta del área- está siendo la de más: van ya 1.228 ingresados frente a los 632 de la primera, 348 de la vivida en verano y 456 de la de noviembre. La gravedad también es superior: de los 266 pacientes a los que el coronavirus llevó a la uci en un año, 99 fueron ahora (71 hubo al inicio, 32 en la segunda onda y 64 en la tercera).

Ingresan más y van peor los hombres, que fueron el 57 % de los que estuvieron en planta y hasta el 70 % de los que necesitaron cuidados en uci, y también ha cambiado el tiempo de estancia.

168 días en planta, 87 en uci

La media global fue de 13 días, aunque al inicio era de casi 17 (16,7) y ahora está en 9,5. En la primera onda epidémica, la mayoría estuvieron 10 días ingresados, dos menos en este último embate. En la uci también bajó la estancia, de 20 días a 12 la media, y la mediana de 15 a 10.

Eso en general, porque en estos doce meses se han marcado récords inimaginables: un paciente estuvo 87 días en críticos y el enfermo que más tiempo permaneció hospitalizado pasó 168. Entre esas 2.264 personas a las que el covid llevó a ingresar en A Coruña, cuatro superaban los 100 años y 12 tenían menos de 15. Siete de los menores no habían cumplido ni su primer año cuando el virus los atacó, entre ellos un recién nacido de una madre positiva. Todos los pacientes infantiles salieron adelante. De los centenarios, solo uno.

La mortalidad también ha ido cambiando a lo largo de este año de coronavirus. En conjunto, han fallecido un 17,7 % de los ingresados, pero si en la primera ola casi la cuarta parte (el 24 %) se quedó en el camino, en esta el covid-19 ha rebajado su peaje de víctimas mortales al 14 %.

«¡Ojo! A nada que nos despistemos, volvemos a las andadas»

Chuac
Pedro Marcos Rodríguez, neumólogo y director médico de hospitalización y urgencias del área sanitaria de A Coruña y Cee
Chuac Pedro Marcos Rodríguez, neumólogo y director médico de hospitalización y urgencias del área sanitaria de A Coruña y Cee

«Queríamos poner negro sobre blanco y ver cómo había sido la hospitalización», explica Pedro Marcos del análisis realizado con el primer aniversario de la irrupción del coronavirus. Con los equipos de apoyo, desgranó unos datos que ya seguía día a día pero que, en una visión longitudinal, permiten observar cambios en la evolución. «Es importante desde el punto de vista de la gestión para ver en qué se puede mejorar», apunta.

Este mapa de un año de covid «viene a reflejar cómo ha cambiado el hospital y también el potente sistema sanitario que tenemos para conseguir que la tasa de ingresos bajara». El aumento de la capacidad diagnóstica, el seguimiento desde primaria del mayor grupo de pacientes en sus casas, y todo el engranaje hospitalario a máxima capacidad, en equipo y montando unidades nuevas, lograron controlar las hospitalizaciones y garantizar la atención a los pacientes «en menos días y sin complicaciones». Eso fue lo que «ayudó a que esto no explotara», describe gráficamente sobre lo que habría sucedido si en esta última ola se hubiera mantenido el ritmo de ingresos de las anteriores. «A veces pienso que las olas previas fueron un entrenamiento; si llega a tocar este impacto en número en la primera, no lo contábamos», opina.

El mejor manejo de los fármacos, la experiencia adquirida estos meses por los profesionales, la creación de un área de semicríticos en neumología que evitó derivaciones a uci, pese a lo cual llegó a tener 93 pacientes a un tiempo, incidieron también en que la mortalidad bajase 10 puntos. «Eso y que eran pacientes más jóvenes y que es posible que hubiera algo de efecto vacuna, no tuvimos casi enfermos de residencias», valora Marcos.

Ahora, asegura que en el Chuac están «a la expectativa, en calma tensa. Ya nos conocemos. No descarto a principios de mayo una miniola», señala Marcos, que llama a la prudencia ante los puentes:. «¡Ojo! A nada que nos despistemos, volvemos a las andadas y nos pega otra vez», advierte. Ya que la coruñesa es el área que más casos ha tenido, que ya ha pasado por la mayor afectación de la variante británica, que la vacuna y el buen tiempo, con más actividades en el exterior y menor riesgo, están llegando, mantiene un relativo optimismo: «Si hay un repunte y nos vuelve a pegar, desde luego espero que no sea tan fuerte».

Dos plantas completas del Chuac se llenaron en tan solo 24 horas

Por primera vez desde el 10 de enero, el Chuac bajó ayer de cien pacientes covid. Tras 86 altas, los casos activos descendieron a 1.028 y el total de ingresos en los distintos centros del área a 103, 91 de ellos en el edificio central del complejo y 20 en uci. La situación aún está lejos de ser óptima, pero dista mucho de la vivida en el pico de esta ola, cuando en solo 24 horas se llenaron dos plantas completas del Chuac. Fue el 26 de enero con 62 ingresos. El 31 se marcó el máximo de casos en el área, 6.020, y al día siguiente el récord de hospitalizados: 427.