A Coruña resiliente frente al virus
A CORUÑA
Es una ciudad dinámica que se autoinventa constantemente, lo hizo después de Fenosa, después del Pastor-Caixa y ahora con el clúster de confección
15 mar 2021 . Actualizado a las 13:16 h.La provincia de A Coruña, con 59.977 millones de ingresos según la base de datos Ardan 2020, representa el 59 % de los ingresos totales de Galicia, así como el mayor valor añadido bruto y número de empresas. El 50 % del VAB provincial se centra en el sistema productivo textil y confección de moda. Es evidente el efecto locomotora que Inditex y su industria auxiliar tienen en la comarca. La ruptura de la cadena de suministros que originó la crisis ha obligado a juegos malabares para no romper el stock y la caída de demanda por confinamiento internacional ha perjudicado seriamente a todos los sectores.
En todo caso, ello no se refleja fuertemente en la ciudad de A Coruña, donde la variación del paro desde 2019 a 2020 pasa de un 15,12 % a un 17,23 %. Lo mismo sucede con el Puerto, del que sorprende con un incremento de tonelaje en enero del 11,82 % sobre el mismo mes del año anterior. También las ejecuciones hipotecarias, que en 2019 ascendieron a 452, en 2020 alcanzan solamente 179. Por otra parte, dado que el turismo no es nuestra base de exportación como en otras áreas, su efecto ha sido menor en el conjunto aparte del efecto tremendo en la hostelería. Son leves aún los indicadores de recuperación pero persistirán a medida que la desescalada social impulse a la desescalada empresarial.
Así, frente al pesimismo imperante vemos el importante desarrollo de las pequeñas TIC en la comarca, decenas de compañías fundadas en muchos casos por estudiantes que están creciendo e internacionalizándose, compañías que necesitan una ancha carretera institucional para crecer. A Coruña es una ciudad dinámica que se autoinventa constantemente, lo hizo después de Fenosa, después del Pastor-Caixa y ahora con el clúster de confección. La crisis pandémica no ha tenido los efectos de la crisis de deuda-construcción de 2008-2013 a pesar de ser muy dura. Los agentes económicos son ahora mucho más reactivos y avispados cuando vislumbran una crisis y tratan como pueden de adaptarse a los nuevos hábitos de consumidores y de suministradores.
Sin embargo, poco sabemos de momento de la mortandad de empresas de construcción e industriales. Se echa mucho de menos un instrumento permanente y amplio de fuentes estadísticas del área económica, que sirva como medio de activar decisiones contra cíclicas, o detectar nuevos flujos empresariales.