El futuro parque del observatorio crece a costa de la zona edificable

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

Germán Barreiros

La nueva ordenación prevé que haya 65 metros de zona verde por cada 100 edificables

01 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El Agra del Orzán, el barrio más densamente poblado de la ciudad, no tiene parques. Sus vecinos esperan desde hace 40 años la construcción del que se les prometió en la parcela del observatorio. El proyecto nunca se ha concretado, pero esta semana dará un paso más adelante. El pleno aprobará de forma inicial un cambio en la ordenación de la parcela que permitirá aprovechar todo lo posible el espacio disponible para las zonas verdes.

Durante los últimos años, esa zona fue objeto de varios procesos judiciales y administrativos, que sacaron del ámbito la parcela de las Adoratrices y el entorno del Camiño do Pinar, lo que redujo la superficie en la que se puede actuar en casi un tercio.

El anterior gobierno local dejó redactado un borrador para reordenar los terrenos en el que se preveía dedicar 23.815 metros cuadrados a superficie edificable. Los inmuebles ocuparían así el 21 % del ámbito. Sin embargo, en la propuesta que llevará a pleno el actual departamento de Urbanismo, dirigido por el concejal Juan Díaz Villoslada, el terreno para edificaciones se reduce a 19.480 metros cuadrados, por lo que ocupará el 15 % del ámbito.

El parque constará de 13.565 metros cuadrados de zonas verdes, a los que se añadirán 3.180,86 metros cuadrados para equipamientos. Entre ellos se incluyen 2.283 metros cuadrados para el propio observatorio y su entorno.

El uso del espacio restante para equipamientos se estudiará con los residentes de la zona, muy necesitada de servicios públicos.

Otro de los edificios administrativos situados en la zona, de apenas cien metros, quedará también para uso vecinal en el futuro, quizá como centro social.

La decisión de mantener ese equipamiento administrativo, negociada por el actual gobierno local con la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ha sido clave para poder ampliar el espacio previsto para zona verde, ya que de lo contrario se generaría edificabilidad a favor de la mencionada institución.

Los cambios acordados en los últimos meses suponen que por cada 100 metros cuadrados dedicados a uso residencial se destinen 65 a zonas verdes. En el borrador del anterior gobierno local se alcanzaban los 56,7 metros, y en el planeamiento urbanístico previo solo se preveían 40,7 metros de jardín por 100 de edificios.

Más bajos y con otra ubicación

La propuesta del actual ejecutivo no solo limita la superficie edificable. Fuentes municipales señalan que se reducirá la altura máxima de los inmuebles. En el borrador se permitían edificios compuestos por bajo más seis alturas, pero ahora no podrán superar el bajo más cinco plantas.

Por otra parte, se va a reordenar la ubicación de los inmuebles, de forma que ninguno de ellos se construirá de forma aislada como estaba previsto hacer en la zona de la calle Observatorio. Esa opción fue criticada por los residentes. La propuesta del gobierno local es que los nuevos inmuebles rematen las medianeras existentes, lo que facilitará que la zona verde sea compacta.

Fuentes del Ayuntamiento señalaron que en la futura urbanización de la zona se intentará preservar la mayor parte del arbolado, ya que hay ejemplares sanos de porte destacado, y que también se buscará una solución para las medianeras y traseras de edificios que quedarán a la vista, ya que tendrán cierto impacto visual sobre el parque.

Los numerosos trámites previos impedirán que la obra empiece hasta el fin del mandato

Los vecinos del Agra han esperado durante cuatro décadas para tener un parque, y aún tendrán que esperar unos años más. La aprobación inicial de esta semana es solo el primer paso para construir la zona verde. El proyecto aún debe pasar el trámite de alegaciones, ser informada por otras administraciones y volver a pleno para su aprobación definitiva. Otras gestiones similares han tardado más de un año. Será entonces cuando se pueda proyectar la zona verde, incluirla en los presupuestos, licitarla e iniciar las obras sobre el terreno. Al ser un proyecto público, el Ayuntamiento podrá empezar a trabajar sin esperar a la junta de compensación, pero incluso en ese caso los trámites son tan numerosos que será difícil que los trabajos puedan comenzar hasta los últimos compases del mandato actual, ese es el horizonte que maneja el gobierno local.