«Lo peor de todo es que los críos de ahora no lo tienen mejor que nosotros, veinte años después»

a.m. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

Roi Zas pintó cuando era niño, hace unos 20 años, una pancarta exigiendo un parque en el Observatorio

28 feb 2020 . Actualizado a las 21:04 h.

Roi Zas (A Coruña, 2001) es un hombre hecho y derecho que está terminando Arquitectura. Cuando era un niño pintó una pancarta que hoy es una reliquia en la asociación de vecinos del Agra del Orzán. «Queremos un parque para xogar», decía y dice esta sábana sujeta por palos de escoba y que hoy todavía vive. Se saca a la calle cada vez que los residentes del barrio exigen a las autoridades que les destinen un espacio verde. Salió un montón de veces. Pero «estamos como el primer día», dice Roi Zas. Que aunque no se acuerda de cómo ni cuándo la pintó, la levanta como el primer día.

 -¿Recuerda cuándo pintó la pancarta?

-La verdad es que no. Sé que era un niño. Pero ya teníamos conciencia social. Han pasado muchos años. Supongo que la hicimos entre los amigos del barrio. Sé que la pinté porque los mayores lo dicen y todavía se acuerdan de que los pequeños acudíamos a las manifestaciones y estábamos muy comprometidos.

-¿Dónde jugaban?

-Donde podíamos. No había un lugar específico más allá de un pequeño espacio en las Conchiñas. Solíamos jugar en la acera de cualquier calle. Nos criamos sin un parque y lo más triste es que hoy en día los niños del barrio no lo tienen mucho mejor de lo que lo tuvimos nosotros. Tampoco cuentan con una zona verde y amplia veinte años después de mi niñez.

-Solo As Conchiñas...

-Pero ahí surgen problemas entre distintas generaciones. Al ser el único espacio donde se puede jugar al balón, los mayores se quejan de balonazos. Recuerdo que la plaza de As Conchiñas también se consiguió gracias a la lucha vecinal. Si no fuera por la fuerza de las personas, ni eso tendríamos hoy. De todos modos, tuvimos que ser testigos de cómo en ese espacio se talaron durante la última reforma los únicos árboles que había en el barrio.

-¿Cuántas veces escuchó a los políticos decir que el Agra tendría un espacio público y de esparcimiento en los terrenos del Observatorio?

-Ni se sabe. Han sido muchas las promesas electorales. Todos los gobiernos municipales que han pasado por María Pita en los últimos 40 años lo han dicho y, a día de hoy, el parque sigue sin ser una realidad.

-Hay quien dice que para arreglar el Agra, primero hay de destruirlo y volverlo a hacer desde el principio...

-Se incumplieron todas las normas urbanísticas y arquitectónicas. Aparte de que se fue construyendo sin una planificación adecuada, no se ha tenido en cuenta la diversidad poblacional, las infraestructuras públicas saludables... Nadie pensó en que habría niños queriendo jugar y mayores pasear.