La voz de Son al Son rinde tributo a la trova cubana en el BâBâ Bar, coincidiendo con el cumpleaños de Silvio Rodríguez
29 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La cantante cubana Raquel Capote se sube hoy al escenario del BâBâ Bar (22.00 horas, 10 euros) con un espectáculo titulado Homenaje a la trova cubana, en el que estará respaldada por el pianista Ángel Martínez y el percusionista Amaury Quintero, además de otros invitados.
-Rinde homenaje a la Trova Cubana.
-Hablamos de lo que nace con la trova tradicional hace cien años, el trovador que iba con su guitarra, al que llamaban también el parrandero. Eso cristalizó en músicos como Ignacio Piñeiro o el Trío Matamoros. Aporta a eso que surge en la loma con un güiro y una guitarra, el elemento poético. Pero también hablamos de su evolución, porque haremos temas de la trova tradicional pero también pasaremos por el son, porque en la música cubana lo más interesante es que las cosas no están divorciadas. Y luego está el filin, influido por el jazz, que es el antecedente inmediato de la nueva trova, la novísima trova...
-Pero quien va a estar muy presente en el concierto es Silvio Rodríguez.
-Todo va a estar conducido por canciones suyas, porque además el concierto coincide con el día de su cumpleaños. Pero también habrá algún tema de Pablo Milanés, Santiago Feliú... Lo realmente complicado de este concierto ha sido decidir qué canciones se quedaban fuera. Por eso prefiero planteármelo como una serie de conciertos en los que quisiera acercarme a esas zonas de la música cubana que no por desconocidas son menos preciosas.
-¿Qué tiene Silvio Rodríguez que no tenga el resto?
-Es indudable que Silvio consiguió decir cosas y acercase al ser humano de un modo especial, lo mismo si era un hecho más político que si era cotidiano. Lo hacía todo de manera sublime, es un gran poeta. Lo que tiene y que le distingue sobre todas las cosas es su capacidad de expresarse poéticamente, tiene algo muy personal. Aunque he de decir que para mi musicalmente es tan interesante como lo es como poeta. Logró acercar a su espíritu de trovador ritmos de la música cubana como la conga, el bolero... Lo que pasa es que no tiene la misma sonoridad una guitarra y una voz que una agrupación musical completa.
-¿Le sorprendió la aceptación que tiene este tipo de música en la ciudad?
-No me sorprendió, porque ya sabía que Silvio y Pablo en los lugares de habla hispana eran muy queridos. Pero sí que me sorprendió gratamente ver, cuando vino Silvio a actuar aquí, a muchas generaciones distintas juntas entre el público, y todas emocionadas. Había muchos jóvenes, y yo pensaba que era un poco del gusto de los que ya pasamos de los cincuenta. Me gusta porque ahora hay menos tiempo para escuchar detenidamente música, que es como debe escucharse a Silvio. Somos víctimas del reguetón y todas esas corrientes que le hacen un daño innegable a la música. Pero aún así, vi cómo a Silvio se le sigue queriendo y reconociendo hasta en los más jóvenes.