Apenas sabía poner una lavadora y se anunció como técnico para arreglarlas. Tampoco tenía idea alguna de lavavajillas o neveras y, pese a todo, si lo llamaban por una avería, allá iba. No decía que no a nada. Cualquier aparato que no funcionase, se ofrecía para ponerlo en marcha. Pero este hombre que fue juzgado en la Audiencia Provincial no reparaba más que su propio bolsillo. Según el fiscal, que pedía para él 5 años de cárcel, así actuaba: se anunció en Internet como servicio técnico de varias marcas de electrodomésticos. Sin haber trabajado jamás en el sector o estudiado para ello. En cuanto lo llamaban de una casa, se presentaba, le daba un par de vueltas al aparato estropeado y le comunicaba a la víctima que el problema estaba en una pieza, que había que pedirla y pagarla por adelantado.
En cuando le daban el dinero, desaparecía para siempre. Lo hizo decenas de veces.
Cuando le tocó el turno de declarar reconoció que no tenía idea alguna de electrodomésticos, y que todo eso lo hizo por «desesperación, por falta de dinero», ya que, aseguró, llevaba tiempo en el paro, tenía dos hijos, ningún ingreso y lo iban a desahuciar. El acusado ya había sido condenado varias veces por estafa.
La Audiencia, finalmente, le impuso una condena de 4 años de cárcel y la semana pasada el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ratificó el castigo al hombre por un delito continuado de falsedad en documento mercantil en concurso medial con un delito continuado de estafa.