Por todas ellas... Yo me manifiesto

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

08 mar 2018 . Actualizado a las 11:41 h.

Hoy va por ellas, por todas las mujeres que nos abrieron paso, las que dijeron basta, las que dijeron no -y sí-, las que se pusieron tacón y se pintaron las uñas de rojo. Las que se raparon al cero y se tatuaron, o se atrevieron con la minifalda y el primer pantalón. Por Coco Chanel o Mary Quant, por las mujeres Scarlata y las mujeres Melita, por Simone de Beauvoir y por María Pita. Por Rosalía y Emilia Pardo Bazán, por las que no tienen apellido, por las que sufren doble discriminación. Por las mujeres africanas y por las que no saben que hoy es su Día; por las que hacen huelga y por las que no. Por ellas yo me manifiesto.

Por las que piensan que esto no sirve de nada. Y las que creen que es un espectáculo de Óscar. Por las que lucharon para que podamos votar, publicar, salir de fiesta, casarnos sin permiso, divorciarnos, abortar, o sacar el carné de identidad de nuestros hijos. Por las que fueron pioneras en la oficina, en la facultad, en el laboratorio o en la autoescuela. Por las que tienen el horror en casa y por las que miran hacia atrás al meter la llave en el portal. Por las que se hicieron la tonta con el jefe y por las que mandan. Por las cigarreras coruñesas que en 1857 rompieron máquinas y tiraron al mar el tabaco por su dignidad. Por las mujeres del Muro que cortaron el pescao. Por esa herencia de fortaleza, coraje y sacrificio... yo me manifiesto. Por abrirnos un camino sin tantas espinas, por hacernos más independientes y felices. Por las mujeres de Coruña, por mi bisabuela María, que vendía en la plaza de San Agustín, por mi bisabuela Teresa, que enviudó dos veces y cuidó de 6 hijos; por mi abuela Clementina, que abrió un bar, sirvió callos y tragó humo para que no nos entrase en la boca a nosotros. Por mi abuela Miluca que, a los 94, aún se manifiesta.

Por Eduarda, que cruzó de Mera a Coruña a los 11 años para servir en una casa. Por que su trabajo (empleada de hogar) hoy sigue sin estar reconocido con el paro. Por mi madre, que atendió su negocio y no falló jamás en casa, cocinando, organizando, cuidando. Por Chucha, que se deslomó cosiendo y crio a los suyos con esfuerzo, o Rosa, que se puso detrás del mostrador a los 14, y Loli y María, la de la tienda. Por esas mujeres de aldea y todas las del barrio. Por todo ese mundo... Yo me manifiesto.

Para que mi hija y todas las que vengan crucen la calle sin miedo. Para que nadie la llame loca, o negra, para que cobre lo mismo que mis hijos, no 6.000 euros menos; para que no la callen ni la humillen. Para que no la miren por encima jamás. Para que sea libre y sienta como le parezca, para que no la juzguen si quiere o no ser madre, para que no tenga que decidir entre hijos o trabajo, para que se sueñe en cualquier papel importante y pueda representarlo. Para que viva en un mundo mejor. Yo me manifiesto. Por no tener que volver a escribir esto y celebrar el día de hoy. Yo me manifiesto.