«Golfo» cumple 3 meses de encierro

maría ballesteros OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA

PACO RODRÍGUEZ

El san bernardo de Nós sigue en la perrera mientras el Concello de Oleiros decide si concede a su propietario la licencia de posesión de perro peligroso

18 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Golfo, el san bernardo que durante meses atemorizó a los vecinos de una urbanización de San Pedro de Nós (Oleiros) por sus ataques, ha cumplido ya tres meses de encierro en la perrera sin que el Concello oleirense haya resuelto aún si concede a su dueño permiso para llevárselo a casa. El animal, de 5 años y 76 kilos de peso, fue declarado perro potencialmente peligroso por las autoridades municipales debido a los numerosos incidentes que ha protagonizado desde finales del año 2013, por lo que su propietario, Fernando Mosquera, debe obtener la licencia de posesión de este tipo de canes.

Mosquera presentó toda la documentación el pasado 16 de julio, una semana después de que los laceros se llevasen al animal al centro que la concesionaria del servicio del Consorcio As Mariñas, Servigal, tiene en Abegondo. Fuentes del Concello precisaron que, aunque el plazo para resolver es de tres meses, que se han cumplido esta semana, el gobierno local no decidirá hasta que reciba una respuesta del juzgado que tramita las denuncias contra el propietario del animal, al que los servicios jurídicos municipales han requerido información sobre el caso de Mosquera, que hasta julio vivía con este animal y con su pareja, otro ejemplar de la misma raza llamado Niebla, en una casa junto a la urbanización Xardín de Nós.

Buen comportamiento

Pese al largo historial de Golfo, que hirió a dos personas, mató a un perro y atacó a dos decenas más, el personal que lo cuida en las instalaciones de Servigal asegura que ha mostrado un comportamiento apacible desde su llegada y que la única reacción agresiva con otros canes se limita a algún ladrido, «como cualquier otro perro», dicen.

Los cuidadores creen que el problema en este caso no es el animal, sino la forma en la que su dueño lo ha educado y lo ha mantenido en la finca de Nós, de donde se escapó por última vez a principios de julio y atacó a dos mujeres que acudían a trabajar a la urbanización a primera hora de la mañana. El incidente provocó una nueva intervención de la Guardia Civil y de los laceros y determinó el encierro definitivo del animal, como ya había amenazado tras anteriores ataques el Concello de Oleiros.

Durante los meses en los que Golfo vivió en Nós, muchos de los vecinos que fueron objeto de sus ataques insistieron en reclamar al dueño del perro que cerrase la finca con una valla lo bastante resistente para evitar que el san bernardo la franquease, pero, además del cierre vegetal, la única medida adoptada por el propietario fue colocar una tela metálica que no pudo resistir la fuerza del animal.