La reina de la performance evoca en Galicia la cocina de su abuela

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

PACO RODRÍGUEZ

Marina Abramovic exhibe su proyecto «The Kitcken» en A Coruña

26 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Durante tres meses se exhibió en el MoMA de Nueva York. Sentada, levantaba los ojos para mirar en silencio a cada visitante. Hasta que apareció Ulay, su ex novio, al que hacía 30 años que no veía. Marina Abramovic (Belgrado, 1946) dejó que sus lágrimas se colaran en aquella performance. Y sus manos tomaron las de Ulay. La emotiva escena está en el documental Marina Abramovic. The artist is present. También emotiva es la exposición de la reina de la performance que ayer se inauguró en la sala Palexco de A Coruña con el título de Marina Abramovic: The Kitchen. El comisario e impulsor de este trabajo, Mateo Feijoo, recordaba que estando en la Laboral de Gijón había propuesto a la artista hacer algo en el espacio que ocupaban las antiguas cocinas. «Llegó, vio el espacio y dijo que adelante», recordaba Feijoo. El resultado fue la única exposición de la artista en España, formada por nueve fotografías y tres proyecciones «que tienen una connotación biográfica muy fuerte». Y es que «al adentrarse en las antiguas cocinas, ella rememoraba su infancia en la cocina de su abuela que, según cuenta, era entonces el centro de su mundo», apunta el comisario. Las obras de la exposición, que estará abierta hasta el 1 de diciembre, también están vinculadas «con un misticismo que tiene que ver con Santa Teresa».

Feijoo sostiene que la exposición del MoMA fue el punto de inflexión a partir del cual Abramovic se ha centrado en buscar fondos para crear una fundación «para investigar y trabajar con gente joven». Uno de los últimos y sonados respaldos fue este verano el de Lady Gaga.