La enésima resurrección de Alvedro

Francisco Espiñeira Fandiño
Francisco Espiñeira CRÓNICAS DESDE LA TORRE

A CORUÑA

26 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

En el suplemento especial que ayer editó La Voz para conmemorar el quincuagésimo cumpleaños del aeropuerto de Alvedro, se recoge una idea sencilla: desde el primer pronunciamiento que los empresarios de la ciudad hicieron a favor de construir un aeródromo por el lejano 1927, esa infraestructura siempre fue vista como un eje clave para el desarrollo económico de la ciudad y su comarca.

La condición periférica del área metropolitana coruñesa y la tardanza en la mejora de otros sistemas de comunicación, fundamentalmente el AVE, cuya fecha se demora año tras año sin atisbar dato fiable alguno, hace del avión una herramienta competitiva de primer nivel. Jesús Bahíllo, director general del Círculo de Empresarios de Vigo y exdiputado, decía ayer que «las empresas se instalan en los núcleos bien comunicados y se van de los que no lo están. Los aeropuertos son básicos para el desarrollo». No se puede decir más claro ni más directo. Por eso, a pesar de la escasa altura de miras de algunos grupúsculos azuzados por extraños intereses, en el Comité de Rutas que por fin se volvió a reunir esta semana en Santiago con la representación de todos los agentes implicados -Aena, Fomento, Xunta y ayuntamientos- nadie puso sobre la mesa tan desafortunada hipotésis, como tampoco nadie lo hace, por ejemplo, en el País Vasco (tres aeródromos y menos de dos millones de habitantes, más otros dos en un radio de menos de cien kilómetros). Sí se habló, con buen criterio, de coordinar los esfuerzos. Parece razonable. Por eso, la capital económica de Galicia, el principal motor de su PIB, con el 42 por ciento del mismo en la comarca coruñesa, necesita tener las mejores conexiones con los grandes hubs para conseguir nuevas vías de negocio que generen riqueza y empleo.

El mejor regalo. Y en su aniversario, Alvedro recibirá su mejor regalo con apenas una semana de retraso. Será el 3 de junio cuando Air Europa regrese a su terminal para volver a operar rutas. Lo hará con la pretensión de establecer una base permanente y ampliar las rutas. La aerolínea de Juan José Hidalgo cubrirá el vacío que dejó la quebrada Spanair. Y sus efectos benéficos ya se han empezado a notar con el incremento de los destinos ofertados por Vueling -Canarias y Bilbao-, así como con el incremento de frecuencias propuesto por Iberia, cuya situación accionarial y económica es una bomba de relojería de imprevisible solución en los próximos meses. Hasta la modesta Air Nostrum ha intentado recuperar su espacio restableciendo la conexión con Bilbao. Con todas esas propuestas, los días de desplome de Alvedro quedan atrás. En abril se rompió una racha de dos años perdiendo pasajeros. El objetivo en los próximos meses es recobrar la senda del crecimiento y aproximarse de nuevo a los parámetros del millón de usuarios anuales. Cada vez que hay rutas, Alvedro crece. Depende ahora de los políticos atender una demanda real. O plegarse a las críticas interesadas de unos pocos.

El Circo del Sol y las fiestas

A Coruña tendrá una escala de la nueva gira del Circo del Sol. Será en una época muy propicia para el público familiar, la Navidad, y pondrá en la calle muchos miles de entradas que servirán para atraer público de toda Galicia. El éxito de un trabajo colectivo intenso desde hace años es una buena noticia para la economía de la ciudad. Un espectáculo de primer nivel mundial que mueve solo para su montaje a más de 150 personas y que ya ha forzado la reserva de más de cien habituaciones en distintos hoteles de la ciudad es la constatación del acierto de su contratación cuando aún faltan más de siete meses para su primer pase. Lo positivo de conseguir la contratación del Circo del Sol tiene una lectura adicional para el gobierno local: el gran público también merece la atención que se les dispensa a los colectivos minoritarios que hacen más ruido pero que reúnen a mucho menos público. Este espectáculo, como el Mozart, el Noroeste o las Hogueras, son esos eventos que colocan a la ciudad en el mapa, que atraen visitas y suscitan la atención de otras urbes similares. Ojalá A Coruña se instale de nuevo en el corazón de las rutas de los grandes espectáculos.