El nuevo carril de Lavedra segregará el tráfico a Pocomaco desde Pedralonga

Gabriel Lemos / Xosé V. Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

La ministra de Fomento presentó el proyecto de ampliación de la vía

23 mar 2013 . Actualizado a las 07:09 h.

Minimizar el riesgo de choque por alcance lateral en Alfonso Molina. Esa es la esperanza del gobierno local con los cambios introducidos en el proyecto de reforma de Alfonso Molina, que ayer presentó de forma oficial la ministra de Fomento, Ana Pastor, tras reunirse en la ciudad con el alcalde, el delegado del Gobierno y el conselleiro de Infraestructuras.

Para lograrlo, además de ampliar a cuatro los carriles de circulación, se habilitará una vía de servicio en sentido entrada que contará con dos carriles y que permitirá segregar a los coches que entran desde el puente Pasaje a la altura de Pedralonga. En ese punto, los conductores deberán decidir si se dirigen al centro de la ciudad, para lo cual continuarán por la avenida, o si van a Pocomaco o Matogrande, en cuyo caso deberán tomar el nuevo desvío, que transcurre pegado al colegio de los Maristas y desde el que ya no se podrá volver a cambiar de dirección.

En dirección opuesta, en sentido salida de la ciudad, la reforma de Alfonso Molina permitirá ganar un carril para los coches que se encaminan hacia la autopista, dividiendo también el tráfico hacia la Zapateira de los coches que se dirigen hacia la N-550 o se disponen a cambiar de sentido.

«Sabemos los problemas que hay, se trata de uno de los puntos de más tráfico de toda España, con el paso de más de 145.000 vehículos diarios», subrayó ayer la ministra de Fomento, que explicó que con el inicio de la tramitación administrativa para ampliar Alfonso Molina se soluciona un expediente «que llevaba años parado». Ana Pastor destacó que, a pesar de que el margen presupuestario de su departamento es cada vez más escaso, «hemos priorizado lo más importante para A Coruña, es el esfuerzo que podemos hacer».

Un guante que recogió el alcalde, Carlos Negreira, que agradeció las mejoras que ayer anunció la ministra y que, además de la ampliación de Alfonso Molina -que tiene un coste de licitación de 9,9 millones de euros y que financiará Audasa, concesionaria de la AP-9- incluye obras complementarias en la tercera ronda. Para Negreira, el trámite de información pública de las expropiaciones necesarias en Lavedra «supone el inicio administrativo irreversible de la ampliación». «La viga maestra de nuestra ciudad ve por fin cumplida su ampliación tras muchos años de de discusiones», recordó el regidor, que apuntó que la obra deja ya encarrilada la construcción del tercer carril de la autopista.

En lo relativo a los plazos, aunque no se fijaron fechas concretas, Negreira asumió que las obras en Alfonso Molina no podrán comenzar «hasta tener en servicio una parte importante de la tercera ronda», que encaraba su ecuador en enero.

Pero el proyecto de mejora de la movilidad en Alfonso Molina no se limita a la suma de nuevos carriles, sino que se cumplirá con una demanda vecinal como la pasarela peatonal de Pedralonga y se completará la que cruza la vía frente a Begano.

Las reticencias llegaron del BNG, que entiende que la ampliación de Lavedra no es la solución para los problemas de tráfico y reclaman que se potencien los medios de transporte alternativos.