Hasta el momento solo una embarcación, de amarradores, tiene base en el puerto exterior coruñés, que comenzó a operar el pasado agosto
04 feb 2013 . Actualizado a las 07:06 h.Con base en punta Langosteira. Esa frase solo la puede utilizar, por el momento, una embarcación, Amarradores 6, propiedad de la empresa Maritime Global Services, que se ocupa de los servicios de amarre y desamarre de aquellos buques que hacen escala en las dos dársenas de A Coruña. Los barcos que han pasado por allí hasta el momento, desde que comenzó a operar el nuevo puerto el pasado mes de agosto, solo han sido de paso tanto para tráficos como los que han sido utilizados en la construcción de la obra.
Francisco Collazo, director de la empresa, explica que han optado por tener ya una base en el puerto exterior para facilitar los trabajos con todos los buques que atracan en el nuevo muelle. Hasta el momento, han sido nueve con distintas operaciones de carga: desde el transporte de un portaviones para Australia, a clínker para Brasil o pontones para Senegal.
Cercos anticontaminación
La compañía Maritime Global Services, que se ocupa de las labores del Servicio de Lucha contra la Contaminación, también ha dispuesto ya en Langosteira, de manera preventiva, cercos anticontaminación por si fueran necesarios.
Con anterioridad, la empresa ya había realizado un guiño al puerto exterior bautizando uno de sus barcos como Punta Langosteira Ex Atze. Uno, una embarcación de 20 metros de eslora por cinco de manga, en el que ha invertido millón y medio de euros. Una embarcación adquirida hace unos tres años, que se ocupa de dar servicio a otros barcos, y que se utilizará en la lucha anticontaminación si fuese necesario.
El Amarradores 6 es una embarcación naranja, verde y blanca, de nueve metros de eslora, similar a las que operan en el puerto interior. Actualmente, está atracada en una de las balsas que todavía hay en la que será, en el futuro, la explanada principal del muelle.
Allí se ha habilitado un pequeño embarcadero, que comparte con otras pequeñas naves que se usan en las obras que todavía se están ejecutando en el nuevo puerto coruñés. Una zódiac y un barco de fibra, que se utilizan para realizar batimetrías con las que se pretende comprobar cómo están quedando los trabajos submarinos, eran estos días los otros barcos atracados allí. Si bien los grandes buques atracan en el muelle principal, estas pequeñas embarcaciones aprovechan una zona que en un futuro será rellenada y que permitirá la ampliación del actual muelle, pero que se mantendrán todavía con agua hasta que se ejecute la segunda fase del contradique, una obra que dará una mayor estabilidad a la lámina de agua de Langosteira. Las previsiones que se manejan es que estos trabajos se realicen en el próximo año, en el 2014.
Si bien el servicio de amarradores tiene base ya en el puerto exterior, tanto los servicios de remolcadores como los de prácticos operan desde A Coruña, ya que, según explican desde la Autoridad Portuaria, como deben acompañar a los buques desde mar abierto, pueden salir directamente del puerto interior para recibirlos sin necesidad de contar en punta Langosteira con embarcaciones desplazadas.