Homenaje a una veterana de la Casa de las Ciencias

A CORUÑA

02 oct 2012 . Actualizado a las 12:45 h.

1 Cuando en junio de 1985 se inauguró la Casa de las Ciencias Lourdes Pena ya estaba trabajando en la instalación. Gracias a su labor en el servicio de limpieza del museo científico aquel día los Reyes y el resto de autoridades se encontraron a su llegada con un museo impoluto. Ahora, 27 años después, Lourdes es una recién jubilada a la que todos echan de menos en el palacete del parque de Santa Margarita. «Es una mujer muy querida y nadie quiso perderse la fiesta de despedida que le organizamos», comenta uno de los compañeros que acudieron a la celebración en el restaurante asador Atlántico, de la calle de Ángel Rebollo, detrás de otro museo, la Domus. Ahora tendrá tiempo para disfrutar del tiempo libre y, quién sabe, ir a dar una vuelta a la Casa de las Ciencias, que tan bien conoce.

Un cuarto de siglo

2 Dos años después de inaugurarse la Casa de las Ciencias abrió sus puertas el centro comercial Cuatro Caminos, en su día gigante y que ahora se ve pequeño al lado de los otros monstruos que se construyeron en la ciudad. Una de las tiendas que estuvo desde el principio en Superco es C&A y sus trabajadores celebraron esta fin de semana las bodas de plata de su implantación en A Coruña con una cena en el Lagar de José de la Grela. «La inauguración fue, exactamente, el 4 de septiembre de 1987. Quisimos juntar a todos los compañeros que abrimos la tienda y a los que durante estos 25 años trabajaron en algún momento», me comenta Fernando Galán, que recuerda que tenía 21 años cuando empezó a trabajar en la empresa. En la actualidad unas 20 personas integran la plantilla de este punto de venta (hay otros dos en Dolce Vita y Marineda City). Las bodas de plata ya son algo importante, pero al lado de la historia de la marca es casi un instante. Fue en 1841 cuando los hermanos Clemence y August (de ahí el nombre) abrieron en Holanda su primera tienda. A la cena acudieron el director general de la compañía en España, Emilio Lahuerta, la directora de recursos humanos y dos jefes de distrito que en su día trabajaron en la tienda.

La Pelu de mi Hermana

3 Los jóvenes emprendedores siguen apostando por el Orzán. Este fin de semana abrió sus puertas una peluquería cuyo nombre me trae a la cabeza el de otro negocio del barrio, La Casa de mi Vieja. En este caso la propietaria optó por bautizar su negocio como La Pelu de mi Hermana. «Siempre quise ser peluquera y soñaba con montar mi propio salón. Trabajé con distintos profesionales y durante estos años me encargué de los servicios de peluquería y estética de mis amigos y familiares, entre ellos mis dos hermanas. La gente les decía, voy a la pelu de tu hermana, y de ahí salió el nombre», explica ilusionada Ainara Cereijo Pardo desde su establecimiento de la calle Cordelería, una zona que este fin de semana estuvo de lo más animada gracias al proyecto Orzán revive. Y tanto que revive.