La otra cantera de Santa Margarita

A CORUÑA

05 jul 2012 . Actualizado a las 07:03 h.

Felices, satisfechos y algo tensos. Así estaban poco antes del concierto de anoche los integrantes de la Orquesta Joven de la Sinfónica de Galicia, que con su actuación cerraron el Festival Mozart. Tocar en el Palacio de la Ópera bajo la dirección de Víctor Pablo Pérez es como si un chaval que juega al fútbol tiene la oportunidad de disputar un partido en el estadio municipal de Riazor con Vicente del Bosque como entrenador. «Están encantados y muy preparados», me comenta el director académico, Alejandro Sanz, uno de los encargados de pulir a este grupo de músicos con edades comprendidas entre los 14 y los 22 años. «Ensayamos en distintos períodos en función de los programas. Para este -por el de ayer, compuesto por obras maestras de la historia de la música- empezamos con los ensayos el 25 de junio», explica Alejandro. «No se puede celebrar mejor el 20.º aniversario de la Sinfónica que con esta gente joven. Son maravillosos», destaca Víctor Pablo Pérez, que se deshace en elogios hacia los chavales. «Es impresionante. Con esta cantera, en unos años, muy pronto, se va a hablar de La Coruña como un referente del país, si no lo es ya. Y estos jóvenes van a nutrir en el futuro a las principales orquestas de España», dijo. Hoy repetirán en el Auditorio de Galicia, de Santiago, y el sábado concluirán la temporada en la localidad segoviana de Pedraza, en el tradicional Concierto de las velas. Ahí tienen a la cantera de Víctor Pablo Pérez al lado de la cantera de Santa Margarita minutos antes del concierto.

En la Real Academia

Hasta ayer, el conselleiro de Cultura, Jesús Vázquez, nunca había estado en la magnífica sede de la Real Academia de Bellas Artes Nuestra Señora del Rosario, en la plaza del Pintor Sotomayor, al final de Panaderas. «Es una de las grandes joyas de la ciudad y al mismo tiempo poco conocida», me comenta el secretario general, Ángel Luis Hueso. Tanto él como la presidenta de la academia, María de las Mercedes Goicoa, junto con otros directivos, recibieron al conselleiro. «Fue un encuentro muy interesante. Se estudiaron las formas de agilizar las ayudas económicas que tenemos pendientes y hablamos de proyectos de cara al futuro, de fórmulas de cooperación para dinamizar las artes gallegas», explican. Por cierto, con la intención de que el edificio y su contenido dejen de ser desconocidos, todos los martes a la siete de la tarde abren las puertas al público. Hace falta apuntarse llamando por teléfono o en la web de la academia.

El 4 de julio

En un pequeño establecimiento de la calle de la Torre se celebró ayer el día de la independencia de Estados Unidos, el 4 de julio. Su propietaria, Silvana Sieiro, coruñesa nacida cerca de Washington, decidió regalar cupcakes a los clientes de su tienda de postres de inspiración americana. «Genial. La gente, muy maja», comenta Silvana, que preparó más de medio millar de dulces.