Un certamen teatral con 1.500 actores

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

13 abr 2012 . Actualizado a las 12:18 h.

Xosé Antonio Touriñán y Marcos Pereiro, que hicieron populares a Mucha y Nucha, son dos de los actores que proceden de la cantera del Certamen de Teatro Escolar y Aficionado, cuya edición número 15 arranca hoy en el colegio Calvo Sotelo. Sus cifras son de récord. Desde hoy y hasta el 16 de junio se representarán 110 obras que pondrán en escena unos 1.500 actores distribuidos en cinco categorías, benjamín, infantil, cadete, juvenil, para alumnos de bachillerato y FP, y sénior, en la que participan universitarios y grupos de teatro aficionado. «Y cada año va a más. Lo que más me llama la atención es la cantidad de grupos que hay en la ciudad», comenta Francisco Cousido, que junto con Severino Pérez y los miembros de la comunidad salesiana que gestionan el colegio de la Diputación promueven este importante certamen. Para que se hagan una idea de la magnitud del mismo, habrá actuaciones todos los días, excepto los domingos, durante más de dos meses. Todas las cifras crecen, excepto la del presupuesto, que este año se reduce en un 35 %. Los diez miembros del jurado que cada jornada se encargan de evaluar a los grupos de teatro tendrán café y agua en lugar de refrescos y habrá menos premios. «Además serán menos cuantiosos y las placas más económicas», comenta Cousido con resignación. Pero en este certamen que cumple tres lustros lo importante es participar y disfrutar del teatro al margen de los recortes. Y, hablando de teatro, ayer hubo actuaciones en el Museo Militar a cargo de alumnos del colegio Obradoiro y del Rosalía de Castro.

El caballo del nieto

Enrique Vázquez es el autor de los famosos pósteres de A Coruña pintados a plumilla. Hace poco hizo una serie actualizada incluyendo nuevos edificios. Pues bien, este apasionado de la pintura expone hasta el 12 de la mayo en los salones de la Hípica. Lo curioso es que el origen de esta exposición está en su nieto de 9 años. «Me pidió si le podía pintar un caballo y quedó tan bonito que me puse a pintar más. Ahora estoy encantado», comenta el autor con simpatía. Con los óleos de temática ecuestre bajo el brazo se presentó en la Real Sociedad Deportiva Hípica, cuyos responsables lo recibieron con los brazos y los salones abiertos. «La mitad de los cuadros tienen que ver con los caballos y la otra mitad con el paisaje urbano o los bodegones», apunta Enrique, el abuelo al que inspiró el nieto.