A Coruña que vivió y pintó Picasso

rubén ventureira, elena pardo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Una foto ahora datada nos muestra la ciudad en la que nació su genio, así como su casa

30 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Por fin podemos ver A Coruña que vivió y pintó Picasso. Una fotografía editada en Madrid por la empresa de artes gráficas Hauser y Menet, por primera vez datada con precisión, nos muestra la ciudad que conoció a su llegada el niño que después se marchó hecho un genio. La imagen, una hermosa panorámica, tiene el valor añadido de que se distingue perfectamente la casa del pintor, situada en el segundo piso de Payo Gómez 14, en la que es la única imagen de esa época de la vivienda.

Del tiempo en el que Picasso residió en A Coruña, entre octubre de 1891 y abril de 1895, se conservan fotos datadas de puntos muy concretos: son pocas y, salvo en las que aparece el Eusebio da Guarda, no son atractivas para ilustrar su estancia. Así que por primera vez se muestra una vista de la ciudad que permite hacerse una idea clara de cómo era la urbe que pisó.

Hemos hallado diferentes dataciones por parte de Hauser y Menet de la misma foto (1892 y 1893). La archivera municipal y cronista oficial de la ciudad, Mariola Suárez, la data en 1891-1892, y ese mismo criterio comparte el arquitecto Xosé Lois Martínez, autor de sendos libros sobre la construcción de la Marina y María Pita.

Como se puede observar, solo había construidos tres inmuebles en Payo Gómez, el 14, el 12 y el 10. Los expedientes urbanísticos de la época consultados en el Archivo Histórico Municipal, así como de otros documentos, vienen a avalar esa datación.

La imagen tiene el valor de que incluye rincones muy significativos del periplo coruñés del pintor, como la mansión en Teresa Herrera del doctor Pérez Costales, mecenas del niño. La trasera de esa casa, donde Picasso comía un día por semana y cuyo interior pintó en dos tablitas que se conservan en el museo dedicado al pintor en Barcelona, daba a Payo Gómez. Además, se puede ver el Eusebio da Guarda, donde estudió, que se inauguró en 1890.

Más lugares que forman parte de su geografía sentimental herculina: el Camino Nuevo (hoy Juan Flórez), que dibujó en un cuaderno; el mar del Orzán, donde jugaba a esquivar las olas y que pintó en una tablita que está en Barcelona; las traseras de la calle Real, vía donde expuso por primera vez en 1895, en concreto en el establecimiento de muebles de Joaquín Latorre; el jardín de San Carlos, donde visitó la tumba de sir John Moore y conoció la vida y leyenda de la amante de éste, Lady Hester Stanhope, lo que le impresionó tanto que le despertó un gran interés por Inglaterra, que se prometió visitar; el Teatro Rosalía (entonces Principal) y el Teatro Circo Pardo Bazán, situado 50 metros delante del anterior, en los que presenció representaciones teatrales; y, por supuesto, la torre de Hércules, que pintó en una tablita que también se custodia en Barcelona.

La ciudad que se encontró Picasso contaba con 32.970 habitantes (según un dato publicado en La Voz en 1892) que vivía sobre todo del puerto, su comercio y la Fábrica de Tabacos.

Se hace pública esta imagen esta semana, con motivo de los 120 años de la llegada del pintor malagueño y su familia a la ciudad herculina. Según el periplo deducido por el experto picassiano Rafael Inglada, zarparon de Málaga el 20 de octubre de 1891 y el 25, día del décimo cumpleaños de Picasso, desembarcaron en Vigo debido a las condiciones meteorológicas. Viajaron en tren hasta Santiago y llegaron a A Coruña procedentes de Compostela en el coche de la Ferrocarrilana, el carruaje que entonces comunicaba ambas ciudades, aún no unidas por vía ferroviaria. Inglada calcula que el día 26 o el 27 Picasso se incorpora a las clases en el instituto Eusebio da Guarda.