Entre las novedades que ha traído el plan Bolonia una es que los grados universitarios deben iniciar el curso mucho antes de lo que lo hacían antes, y ayer ya regresaron a las facultades coruñesas la mayoría de los estudiantes de estas nuevas titulaciones. Sin embargo, todavía están pendientes de unirse a ellos aquellos jóvenes que realizarán la selectividad en septiembre, y que luego -si aprueban- deberán buscar plaza en las pocas carreras en las que todavía hay vacantes.
A ellos se sumarán a principios de octubre los universitarios que todavía están en los cursos finales de las antiguas diplomaturas y licenciaturas, que aún mantienen vigente el viejo calendario académico.
Álex Varela, un joven de 23 años vecino de Fene, llegaba ayer con la maleta todavía a cuestas a la Facultade de Ciencias da Educación, donde estudia tercer curso. «Como tenía clase a las doce, decidí aprovechar y venirme esta mañana para aquí», explicaba, al mismo tiempo que confesaba que preferiría que las clases comenzasen más tarde. Hace meses buscó un piso para alquilar en A Coruña, «porque es más cómodo vivir aquí que tener que venir todos los días y tener que madrugar», decía.
A Alejandra Núñez y a Sheila Mirón las vacaciones de verano se les estaban haciendo un poco largas, y ayer se mostraban encantadas de que ya hubieran comenzado las clases. «A mí personalmente me parece genial que ya empiece el curso, porque así también termina antes, además ya estábamos necesitadas de tener un poco de rutina y de ocupar las tardes», apuntaron. Esta opinión no era compartida por José Pedreira, quien considera que el plan Bolonia está muy mal planteado e implantado.
Sin incidencias
Según informaron desde la Universidade da Coruña, el regreso a las facultades se desarrolló sin incidencias. De hecho, lo más destacado de la jornada fue que la línea de buses que llega a los campus volvió a verse saturada de usuarios, y algunos de los autocares ya iban abarrotados a media mañana.